Cardenales ganó de atrás y eso siempre genera emoción. Los toleteros guaros saldaron una cuenta, sin jonrones anteriormente en el parque local y con tres toletazos borraron el deficiente trabajo del bullpen.
En sus comienzos el partido fue un duelo de pitchers, enfrentados dos lanzadores con envíos muy parecidos, cambios, curvas y excelente control. Jorge Martínez tuvo más problemas que Omar Bencomo, sin embargo en seis episodios pudo sacar los outs importantes. Bencomo recibió vuelabardas de Jairo Pérez y Rangel Ravelo, apenas los primeros para Cardenales en su casa.
Pero luego que fracasó el pitcheo de retaguardia, particularmente Tiago Da Silva, el poderoso Jesús Montero, con solo tres remolcadas antes del juego de anoche, hizo lo que la clientela estaba esperando desde hacía mucho tiempo. Su conexión le dio un vuelco a la pizarra y el cerrador Mark DeMark pudo lanzar sin angustias y liquidar el encuentro.
Lara solo golpeó seis imparables, cinco menos que Margarita, pero tuvo la producción que ha sido tan esquiva en la primera docena de juegos en la temporada. Jorge Martínez, como lo afirmamos en su primera apertura, es un lanzador ideal para este circuito. Hasta ahora garantiza llegar hasta el sexto episodio con su ración de servicios quebrados.
Con sus seis tramos en blanco ahora tiene dieciséis sin permitir anotaciones, aunque no ha conquistado su primera victoria. Dorante aún tiene la tarea de ajustar a sus bomberos. La retaguardia ha mostrado algunos flancos débiles y anoche Margarita aprovechó para adelantarse cinco carreras por tres.
El grupo de abridores siembra grandes esperanzas, sobre todo por la facilidad de ir lejos en los partidos y evitar el inquietante pitcheo intermedio. La victoria, que coloca a Cardenales en los .500 ojalá sea el repunte en una semana con cinco juegos fuera de casa.
En la cueva había jolgorio por el arribo de Edwin Escobar y de Williams Pérez, dos lanzadores llamados a cimentar un grupo que asoma para interesantes expectativas.
También está listo para la acción el utility Héctor Giménez, quizá para darle uno o dos días de descanso a un Carlos Rivero que no ha podido tomar el ritmo que se le conoce cuando ya tenemos una quinta parte de la campaña ya cubierta.
Néstor Molina, el único abridor que no ha tenido desempeño acertado va esta noche contra Bravos en un choque que puede colocar a Cardenales por encima de la cifra ambicionada.