Jonás Cuarón considera que la retórica de Donald Trump sobre los inmigrantes sin autorización validan los temores que inspiraron su película «Desierto», que a ocho años de concebida parece tener más vigencia que nunca.
El filme, protagonizado por Gael García Bernal, sigue a un grupo de inmigrantes que buscan cruzar la frontera con Estados Unidos de manera ilegal cuando un justiciero estadounidense (interpretado por Jeffrey Dean Morgan) comienza a perseguirlos y asesinarlos.
«El guion lo empecé hace ocho años y me tardé tanto que él (García Bernal) siempre se burlaba de mí y me decía, `no, ya papá, cuando salga no va a ser relevante’. Y lo triste es que, a unos meses de que se estrenara, pues apareció Donald Trump», dijo Cuarón en una entrevista reciente con The Associated Press en Nueva York, apropósito de su estreno del viernes en Estados Unidos.
«Es que uno es muy optimista», señaló García Bernal, sentado a su lado. «Uno piensa que jamás puedan existir estas cosas. La verdad, cuando empezó a salir este personaje uno decía, `claro, ¿no?’. Pero después uno llega a entender que justamente él es una `causalidad’, es que es completamente sintomático de cómo piensa mucha gente en Estados Unidos».
«Desierto» llega a Estados Unidos a escasas semanas de unas elecciones presidenciales en las que el tema de la inmigración ha sido candente, sobre todo por las declaraciones del candidato republicano Trump, quien al lanzar su campaña se refirió a los mexicanos que entran al país sin autorización como violadores y delincuentes y advirtió que construiría un muro a lo largo de la frontera para contener el flujo de inmigrantes ilegales.
Ante estas declaraciones y con los hechos de violencia registrados alrededor del mundo en el último año, García Bernal opinó que la premisa de la película no es para nada descabellada.
«Incluso mucha gente dice `pero bueno, ¿cuáles son las justificaciones para que este personaje haga lo que hace?’. No se necesita una justificación, y si se necesita pues nada más hay que ir a ver lo que está diciendo un candidato a la presidencia y eso es lo que es terrible», dijo el actor.
«Hay que ir a una persona que está haciendo algo realmente en serio, hablando de un tema sumamente urgente como la migración, donde están enfocándose y agarrando el peor camino que se puede tomar para resolver ese problema.
Para resolver el problema hay que hacerlo desde la otra perspectiva, desde el otro punto de vista, que es un punto de vista mucho más empático, mucho más noble, mucho más de largo recorrido, mucho más complejo también».
«Es tristísimo ver cómo la migración una vez más en el mundo entero es la carta más fácil que los políticos puedan jugar, porque incluso el silencio de los demócratas es cómplice de eso, el silencio de gran parte de la sociedad que acepte que el concepto de que los migrantes son malos, de que vienen a sacar ventaja, de que vienen a aprovecharse de una situación, eso no se debería permitir», añadió.
«Tiene que haber un cambio brutal en este sentido y no solo es responsabilidad de nosotros los que somos de fuera, de otros países decirlo, sino desde Estados Unidos tiene que venir de una forma contundente, fuerte, un rechazo a ese discurso de odio y una incorporación y sobre todo apelar a que se discutan las cosas de una forma más ilustrada también».
Con «Desierto» México busca una nueva candidatura al Oscar a la mejor cinta en lengua extranjera. Cuarón, cuyo padre Alfonso Cuarón se alzó con el Premio de la Academia al mejor director en 2014 por «Gravity», que ambos coescribieron, expresó que todo el equipo reaccionó con gran entusiasmo a la selección de su nueva película.
«De por sí ya estábamos muy emocionados del estreno aquí en Estados Unidos, pues es un estreno en una fecha muy importante, a unas semanas de Halloween, entonces creo que la parte de terror va a funcionar muy bien, y a unas semanas de unas elecciones bastante de terror», expresó, agradecido de «poder llegar a este estreno con la bendición de la industria y la Academia en México».
Dijo que espera que el público estadounidense vea su film «como una alegoría o una advertencia de a dónde podemos llegar como sociedad si seguimos promoviendo estos discursos y estas retóricas de odio».
García Bernal, que también protagoniza la apuesta chilena al Oscar, «Neruda», ha actuado en múltiples películas que han sido nominadas o premiadas, incluyendo «Amores perros» de Alejandro González Iñárritu, «Y tú mamá también» de Cuarón padre, y la galardonada «Diarios de motocicleta» de Walter Salles. ¿Tiene alguna habilidad especial para escoger sus proyectos, o los proyectos lo escogen a él?
«Hay una gran parte de todo esto que es verdad que los proyectos pues te escogen, ese es quizás el principio de todo esto.
Pero luego, donde ya entra la responsabilidad personal, es donde yo creo que donde me fijo es en los directores, y el punto de vista de Jonás para hacer esta historia es un punto de vista muy potente, porque en base a una historia muy elemental, muy básica, que va de un lugar hacia otro, logra contar y tocar un tema muy complejo», expresó.
«Entonces me interesaba mucho ese punto de vista y sobre todo el ejercicio fílmico que quería lograr también, porque estamos hablando de películas, influye mucho digamos el tono cinematográfico, cuáles son los símiles, cuáles son las metáforas que se van a utilizar dentro de la semiótica, dentro de la narrativa, para poder llegar a contar eso, a tener ese juego, a lograr ese accidente», continuó.
«Esto también se debe porque nos conocemos desde hace rato, de que tuvimos el chance de poder conversar y de que se acercaron puntos de vista en común».
Las nominaciones a los Premios de la Academia se anuncian el 24 de enero.