En el foro denominado “Aquí y ahora” organizado por el Escuela de Formación Política y resuelto en la Sala de Exposiciones de El IMPULSO, la tarde de ayer, el doctor Eduardo Fernández, director del Centro Internacional de Políticas Públicas (Ifedec), se encargó de explicar ante la audiencia los factores que, a su modo de ver, componen la “crisis aguda del país”.
Para Fernández, son cinco los lados por los cuales es necesario mirar para comprender cuáles son los problemas y cómo pueden solucionarse. Comenzó por lo político y lo definió como el “colapso de la arquitectura institucional del Estado venezolano”. Resolverlo, dijo, está en manos de los ciudadanos: “Somos nosotros los que debemos componer este país”.
Quiso con sus palabras convencer a los oyentes de la inexistencia de “soluciones mágicas” para cambiar lo negativo. La sustitución del presidente de la república, dijo, no basta para reencontrar al país con la prosperidad. Lograrlo depende de un esfuerzo colectivo.
La excesiva dependencia de la renta petrolera abrió un daño hondo que se conjugó con los ataques a la empresa privada impulsados por el presidente Hugo Chávez y la consecuente destrucción del aparato productivo que hoy tiene a la nación sumida en una grave crisis económica, explicó el experto en desarrollo económico y ciencias políticas.
Promover una economía diversificada capaz de alentar a la empresa privada, asumir una política de devolución de tierras expropiadas y eliminar el control de cambio y precios enumeró como los primeros pasos que deben implementarse si se quiere recuperar la estabilidad económica de los venezolanos.
Fernández se aferró a la educación como fuente de solución, sobre todo, en el área social, es decir, garantizar que los centros educativos sean modelos para el mundo y enseñar a los individuos a valerse por sí mismos dotándolos de conocimientos y no a depender del Gobierno de turno. “No es darle pescado al pobre, sino enseñarlo a pescar”, ejemplificó.
Cambiar hábitos errados y nutrirse de valores son el antídoto para solventar el factor cultural y moral, según el ponente, pues los venezolanos se han acostumbrado a que el Gobierno resuelva todo, cuando ellos, indicó, deben contribuir con su trabajo al propio éxito del Estado.
Completa la fórmula la recuperación de principios como el respeto a la vida y para esto “hay que hacer una gran cruzada para rescatar los valores morales”.
Luchar, subrayó, es el verbo que debe acompañar a los habitantes de esta tierra siempre. Antes y después del revocatorio.