Un tablazo de Rangel Ravelo a mitad de grada en el center-left terminó con un partido de angustias. Juego condimentado con todo. Dieciocho pitchers, 19 hits, 26 dejados en bases y doce episodios. Ravelo, cuya valía en la ofensiva cardenal es más que conocida, pescó un pitcheo bajo de Alvin Herrera y terminó con un maratón al cual le faltaron ocho minutos para las cinco horas.
La Guaira regaló el juego con cinco errores, cuatro de ellos para dar entrada a la misma cantidad de anotaciones rivales. En estos inicios de campeonato el pitcheo intermedio resulta lo más importante.
Cardenales se las arregló para dejarle varados diecisiete corredores a los escualos, la mayoría de ellos en los últimos episodios. Destacable el trabajo del debutante Jesús Sánchez, el de mejor actuación entre los ocho tiradores de los pájaros rojos. Jhondaniel Medina llegó con su gran velocidad, pero también con su descontrol constante. Finalmente apareció Tiago Da Silva, quien tampoco se libró de algunos inconvenientes antes de bajar el telón al filo de la medianoche.
Cardenales presentó un lineup poco frecuente en una jornada inaugural, con una línea media que inspira el mayor respeto. La Guaira, por el contrario, todavía necesita la presencia de la mayoría de sus estelares.
Raúl Rivero volvió a ser el consistente pitcher de siempre. Como frecuentemente le ocurre se enredó temprano al llegar sin puntería y José Castillo le metió dos carreras con tubeyote. Paulatinamente fue mejorando hasta retirar a nueve de los últimos diez que encaró, ratificando que es un abridor tragainnings y un brazo resistente.
El mánager Dorante comenzó con la tarea de mayor responsabilidad de los inicios de campeonato. Saber mover el bullpen es clave en un torneo en el cual característicamente se utilizan muchos lanzadores. Arrancar ganando en un parque que dejó malos recuerdos en el campeonato pasado es un aliciente para la banda roja. Y fue el mismo Ravelo, el del dramático jonrón el del juego extra perdido, quien hizo revivir victoriosamente aquel momento tan importante.
Lara tendrá hoy en el montículo a su otra gran carta nativa. Néstor Molina tiene la encomienda de llevar el equipo hacia Barquisimeto con el mejor saldo posible.