Apenas salió el sol del día cuando los comerciantes ya estaban instalando sus puestos en las inmediaciones del campo de béisbol cercano a la alcaldía de Palavecino, mientras tanto, otro grupo se destinó a protestar bajo la premisa de “nosotros tenemos derecho a trabajar”. Hace una semana, por órdenes del alcalde José Barreras, se quiso organizar a los comerciantes informales que hacen vida en la calle La Cruz hacia el área del estadio, lugar en donde labora otro grupo de los denominados buhoneros.
“En dos años y medio de gestión, Barreras nunca se ha reunido con nosotros”, dijo Carlos Rodríguez, vocero de los afectados. A las afueras del ente municipal permanecieron los protestantes, solicitando hablar con el alcalde, pues no querían hablar con terceras personas.
Según Rodríguez, la reorganización no se trata de un traslado sino de un desalojo, pues a su parecer, en el campo de béisbol ya se encuentran algunos trabajadores y sería quitarle el puesto a otras personas.
Mientras se generaba la protesta, el caos iba aumentando en el centro de Cabudare y los ánimos se caldeaban de parte del grupo de comerciantes que exigían respuesta inmediata, mientras tanto, la zona fue resguardada por funcionarios de la policía del estado Lara.
El vocero aseveró que la reubicación que se hizo la pasada semana fue una decisión tomada de manera inconsulta, en la cual participaron únicamente cuatro personas de los más de 800 comerciantes informales que realizan sus labores en el sector cada miércoles.
Constante
Los comerciantes, luego de la falta de respuesta, decidieron trasladarse a la Av. Intercomunal Barquisimeto – Acarigua, importante vía que permaneció cerrada por al menos media hora. Los buhoneros aseguraron que “era la única forma de ser escuchados”, pues al lugar se apersonaron funcionarios de la Policía y Guardia Nacional Bolivariana, quienes sirvieron de mediadores para lograr que se abriera de nuevo el paso.
La contraparte
“Yo no estoy atentando contra el derecho de trabajo”, aseveró el alcalde José Barreras. Quienes cumplieron con los recaudos y tramitaron sus permisos amanecieron trabajando, señaló.
El mandatario municipal consideró que “se trata de una minoría quien está en contra de la organización”, pues a su criterio, son dichas personas quienes tienen puestos en alquiler o cuentan con irregularidades en sus comercios, por lo que “no les conviene que se tenga un mercado sin anarquía”.
Barreras negó que no se haya tenido un encuentro con los comerciantes, por el contrario, se trató de mediar con estos, pero no se tenía participación sino de un grupo muy pequeño.
“Esto es un convenio ganar-ganar”, dijo el alcalde, pues tomó en cuenta también las comunidades que puedan verse afectadas por las ya recurrentes protestas de parte de los buhoneros, sin embargo aclaró que “eso no durará para siempre”, y que la solución es sentarse a conversar, de lo contrario, deberán irse aquellas personas que no cumplan con los trámites respectivos para laborar en el mercado itinerante.
