Después de un padecimiento que ya se estaba haciendo “eterno”, el atacante Antonio Romero volvió a sonreír. El barinés, ya libre de las lesiones que lo sacaron de acción durante un largo tiempo, e incluso le costaron su puesto en la selección nacional sub20, vino desde el banco de suplentes para anotar el gol que le dio el triunfo al Deportivo Lara sobre La Guaira, en el Metropolitano de Cabudare, y que le permitió al club dar el salto a la séptima plaza de la clasificación, ahora sí acomodado en zona de privilegio.
El tanto de Romero llegó a la altura del minuto 70, cuando recibió un balón por el sector izquierdo, al borde del área, avanzó unos metros y cruzó de zurda para vencer al cancerbero Luis Romero, titular ese día en lugar del habitual Felipe Núñez. Ese tanto se tradujo en la segunda victoria corrida de los larenses ante rivales directos y los coloca dentro del grupo de elencos que de momento ocupan puestos de clasificación al llamado octogonal final.
“Es muy difícil estar lesionado, no se lo deseo a nadie, pero volví, marqué y ayude al equipo y eso es lo más importante. Me sentí un poco ahogado luego del partido, pero se debe al tiempo que estuve afuera. Con los entrenamientos espero agarrar el ritmo que tenía antes”, soltó Romero, mediante declaraciones ofrecidas a través del departamento de prensa del club.
“Poco a poco está volviendo el Antonio Romero de mejor nivel… gracias a Dios lo pude demostrar con este gol para la victoria y seguiré trabajando para seguir recibiendo oportunidades”, adicionó el joven jugador, que era un casi fijo en la etapa de Rafael Dudamel y luego de Alí Cañas, pero perdió continuidad con un par de lesiones sufridas, una detrás de otra.
Mientras Romero recuperaba la sonrisa, el Deportivo Lara aterrizaba en zona segura, ya que el triunfo le permitió subir hasta la séptima plaza con 23 puntos y colocarse encima de Anzoátegui (23), Aragua (22), Portuguesa (20) y Zamora (18), los elencos con los cuales libra lucha por los últimos tickets a la fase final, definida por llaves.
A la cabeza de la clasificación aparecen los ya clasificados Carabobo y Atlético Venezuela, con 38 y 31 contables respectivamente, mientras que luego navegan hacia puerto seguro Caracas (28), Táchira (27), Zulia (26) y el citado cuadro larense (23).
Mérito para el cuerpo técnico de Leo González y Pedro Vera, amén de los jugadores, porque cuando llegaron al timón el club estaba en la zona baja de la tabla y estaba más cerca del descenso que de los sitios de clasificación a la siguiente instancia.
Lo importante para la escuadra crepuscular es que tiene el futuro en sus manos, depende de sí mismo, cuando le restan tres compromisos, uno de ellos pendientes.
La oncena rojinegra debe olvidarse del torneo Clausura y pasarse el suiche, ya enfocada en el partido de mañana contra el Zulia, en Cabudare, en la vuelta de las semifinales correspondientes a la Copa Venezuela.
