La escuela de Agronomía de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) recibió, ayer, a once decanos de diferentes casas de estudios superiores del país, quienes se reunieron para exponer sus planteamientos en torno a la posible invasión de la Reserva Forestal de Caparo, (Barinas).
El Núcleo de Decanos del Agro, Mar, Ambiente y Forestal de Venezuela fijaron su posición sobre este espacio… un bosque ubicado en los llanos occidentales de Venezuela, estado Barinas.
Tiene una superficie original de 184.100 hectáreas, quedó reducida a 7.000 hectáreas en la Estación Experimental Caparo de la Universidad de Los Andes (ULA), protegido bajo la figura de contrato de comodato entre la ULA y el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente.
El doctor Darío Garay, decano de Ciencias Forestales y Ambientales de la ULA, manifestó que “hay una denuncia de invasión. Ya nos han venido amenazando y pretenden invadir 5 mil de las 7 mil hectáreas que tenemos en la Estación Experimental de Caparo”.
“La estación y todo Caparo es un espacio boscoso que contiene la biodiversidad, tanto en fauna, como en plantas. Los últimos ejemplares (200) de Mono Araña (Ateles hybribus), las dantas, los jaguares y los pumas habitan allí. Son 43 años trabajando en este lugar que, además, es patrimonio científico y tecnológico”, explicó el doctor Garay.
Mientras que el doctor Wilfredo Franco, coordinador de comodato de ULA-Ministerio de Ambiente y Reserva Forestal Caparo, dijo que “de las más de 100 mil hectáreas, éstas han sido deforestadas. Hay especies endémicas que desaparecerán de la faz de la tierra”.
“Hacemos un llamado a la Guardia Nacional para que resguarde este espacio. Sus funcionarios deben estar vigilantes y atentos. Es parte de sus obligaciones ser guardianes del ambiente. También invitamos al CORE 1, al Ministerio del Ambiente, a los consejos comunales, a la alcaldía de Andrés Eloy Blanco y a la misma gobernación de Barinas a que nos respalden y no dejen que esta invasión se haga realidad, que impidan la destrucción de un patrimonio de Venezuela y de la humanidad”, indicó Franco.
Ambas autoridades manifestaron que la intención de la invasión, según se lo han manifestado las mismas personas, es hacer del sector una zona agropecuaria, aún sabiendo que estos suelos y tierras no son las más indicadas para ello.
“Este tipo de personas son invasores de oficio, comerciantes de bienhechurías y de madera ilegal. Están destruyendo el futuro de la nación”, dijeron ambos representantes de la ULA.
“La Estación Experimental de Caparo es un laboratorio por excelencia, un aula a cielo abierto para hacer investigaciones. Hemos aceptado a estudiantes de la ULA, UCV, Unellez, UCLA, UPEL, LUZ, Urbe y otras universidades. Nunca se ha tenido mezquindad y lo que lamentamos es que de concretarse el plan de invasión que tienen, todo eso culminará”, dijo Franco.
Un llamado
El doctor José Manuel Rodríguez decano de la facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad del Zulia (LUZ) y coordinador del Núcleo de Decanos, comentó que cada día se apoderan más las amenazas contra los espacios académicos.
“La amenaza también es hacia lo académico. Ninguna carrera que tenga que ver con agronomía o veterinaria puede hacer sus prácticas en aulas ubicadas en la urbe. Hay que tener la experiencia del campo. A nuestros muchachos queremos darles formación con calidad, pero como no hay un presupuesto justo y digno, merman las energías y propósitos para construir”, dijo José Manuel Rodríguez.
“Rechazamos que estos espacios de Caparo y de otras universidades que también están en alerta porque pueden ser invadidos. Caparo, al igual que las universidades, le pertenece al Estado y éste debe velar correctamente por la seguridad e integridad de estos lugares”, agregó.
Insistió en que, de llegarse a concretar una invasión en la Reserva de Caparo, sería un ecocidio.
Mientras que el doctor Nerio Naranjo, decano de Agronomía de la UCLA, expresó que ratifica el rechazo absoluto ante los actos vandálicos como las invasiones a espacios académicos.
“Caparo es un lugar que se convierte en un servicio a la comunidad, a la nación. Esto es un atentado al patrimonio público, al progreso, al desarrollo. Basta de crear un clima desestabilizador”, dijo el anfitrión de una asamblea en el cual se definieron las líneas de acción para proteger la reserva forestal ubicada en Barinas.
Foto: Cortesía Diana Duque