El conflicto armado en Colombia tiene lugar desde principios de la década de los años 60 por el enfrentamiento de grupos ilegales contra el estado. Es conocido por sus manifestaciones de violencia y las graves consecuencias que provocó en el desarrollo social y cultural, incluso una de sus secuelas fue la gran masa de emigrantes en busca de mejores posibilidades, siendo Venezuela uno de los países que arropo a este grupo.
Para este lunes tuvo lugar una ceremonia solemne anhelada por todos los ciudadanos colombianos desde hace más de 52 años, la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes años anteriores fueron considerados un grupo terrorista.
Con este acuerdo de paz se erradica la alta deserción escolar por parte de niños y jóvenes que ingresaron en las filas de estos grupos terroristas. Y uno de los factores que estos ciudadanos consideran de mayor relevancia, el retorno de los agricultores a sus tierras, los cuales se había tenido que desplazar, ya que quienes habitaban estos espacios eran más vulnerables a gresiones físicas y psicológicas por parte del grupo de terroristas. Más sin embargo, quienes vivían en las grandes ciudades aseguran que se encontraban completamente encerrados.
Aquel acto significó un gran paso hacia el conflicto armado en Colombia. Ante eso periodistas del Diario El Impulso conversaron con un grupo de ciudadanos colombianos que se encontraban en las instalaciones del consulado, para indagar su opinión acerca de aquel acto histórico.
“En los últimos 52 años es el día más importante para Colombia. Donde se espera una reconciliación, donde se acabaran los fusiles y tenemos la esperanza de una Colombia nueva.
En donde ahora este grupo comenzará a discutir con sus ideas, porque sé convirtieron en un partido político”, manifestó el cónsul colombiano en el estado Lara, Helio Rafael Zuleta.
Durante más de 50 años aquellos habitantes estuvieron añorando la paz. Para, Rubén Darío Espina quien abandonó su país de nacimiento hace 22 años por el flagelo de la guerrilla, su principal zozobra era la tensión. “Era algo que nos afectaba las 24 horas del día. Pero este acuerdo de paz es nuestra luz al final del túnel”. En ese mismo sentido, los ciudadanos abandonaban su país por un tema de inseguridad, crisis económica y narcotráfico .
La profesora universitaria Dilian González coincidió que fue un momento de tranquilidad, esperado desde hace muchísimos años. “Toda una vida en guerrilla, donde lo único que podían hacer los niños era escapar de aquel miedo”. Sin embargo, en su consideración, la FARC no dejará las armas y todo aquello simplemente forma parte de un plan política. “El que es, no deja de ser y guarda para la vejez. Ellos están acostumbrados y es un negocio. Detrás de bastidores siempre han estado en la política, manipulando todo a su antojo, como un pulpo”.
Retornar a su tierra
El consulado de Colombia ubicado en Barquisimeto, representa a los ciudadanos de Lara, Portuguesa, Yaracuy y Trujillo. En esta zona hacen vida alrededor de 220.250 colombianos, y en el estado Lara alrededor de 100.000.
María Sagrario Rivero, funcionario del consulado colombiano, asegura, que desde el año pasado, a diario, más de 30 habitantes se dirigen a la institución motivados con regresar a su país, no solo por el bienestar que ahora se respira en las calles de su estado, sino por los papeles que se invirtieron entre ambos países.
Carlos Alberto López Emigró de Colombia hace 30 años, a la edad de 24 años, por las situaciones irregulares ocasionadas por el narcotráfico, donde la violencia reinaba las calles de la capital y sitios urbanos. Compara aquel malestar que vivió, con la situación actual de Venezuela.
“El país (Colombia) ha progresado en un 80% en referente a su seguridad y económica y, ya con este acuerdo aquella cifra se podrá ubicar cerca de un 100%. Pienso regresarme, ya estoy haciendo los trámites correspondientes para irme con mis familiares; me da un gran pesar porque Venezuela fue el país que me acogió, pero ya la situación no se aguanta y los sueldos no alcanzan, no hay ningún tipo de estabilidad”.