Un pequeño partido de izquierda radical propondrá este martes la retirada de la estatua de Cristobal Colón de Barcelona (España), uno de los monumentos más representativos de la ciudad, porque según ellos enaltece el esclavismo y el imperialismo.
La estatua de 60 metros de altura, ubicada junto al mar Mediterráneo, al final del paseo de la Rambla, se inauguró en 1889 para rememorar la llegada de Colón a Barcelona en 1493 para explicar su hallazgo a los Reyes Católicos de España.
«Sólo nos han enseñado la cara amable de esta persona pero por ejemplo, en los diarios de Colón dice que con 50 hombres pueden subyugar a todos (los indígenas) y hacerlos muy buenos criados», explicó Josep Garganté del partido independentista de izquierdas CUP.
«Hay ciertas figuras que deberíamos dejar de mirar con ojos de colonizadores y mirarlas con ojos de oprimidos (…) Colón era un esclavista», añadió Garganté en una entrevista a una televisión local.
La figura del navegante genovés es controvertida. Alabado por unos como descubridor de América, otros recuerdan que su llegada supuso el inicio de la colonización española, la sumisión y la matanza de las poblaciones indígenas.
Bajo los gobiernos del difunto Hugo Chávez y Cristina Fernández Kirchner, Venezuela y Argentina retiraron monumentos dedicados a Colón y los reemplazaron por otros homenajeando la resistencia indígena.
En su proposición, que presentará este martes para debatirla el viernes, la CUP reclama también sustituir la simbólica estatua, a la que se puede subir para disfrutar de vistas privilegiadas de la ciudad, por una imagen que represente la resistencia indígena.
También piden declarar laborable el 12 de octubre, la fiesta nacional española que recuerda la llegada de Colón a América en 1492.
La proposición se votará el viernes en el pleno del ayuntamiento de Barcelona, gobernada desde 2015 por la activista antidesahucios Ada Colau, aliada del nuevo partido antiausteridad Podemos.