Los rebeldes sirios enfrentaban problemas para avanzar contra las fuerzas leales al Gobierno el viernes en una batalla por el control de Aleppo, la ciudad más grande del país.
En el segundo día de una ofensiva que han considerado como decisiva, los rebeldes también amenazaron con atacar a militantes kurdos locales, lo que complicaría aún más una guerra que ya ha trascendido las fronteras de Siria.
Los combatientes contactados por teléfono desde Beirut describieron los enfrentamientos como duros en varios barrios de Aleppo, el eje comercial de Siria y una ciudad en la que el conflicto se encuentra estancado desde hace dos meses.
Armados con ametralladoras y cohetes caseros, dijeron que se enfrentaban a una tarea difícil debido a la superioridad de sus enemigos, que cuentan con artillería y aviones.
«Hemos llegado a la mitad de Suleiman al-Halibiya y liberamos algunos barrios, así que todavía soy optimista. Pero estoy preocupado por nuestra organización. No podemos sacar al régimen. A lo sumo, creo que podemos avanzar algunas de nuestras posiciones», dijo un combatiente, que pidió permanecer en el anonimato.
Otros rebeldes dijeron a Reuters que una de las unidades de combate en la ciudad había sido rodeada. Otro dijo que algunos batallones se estaban retirando de la primera línea de combate o que nunca se unieron a la batalla.
Los rebeldes de las zonas rurales del norte de Siria llegaron a Aleppo hace dos meses, pero debieron retirarse por la escasez de municiones y la superioridad del Ejército sirio.
Aleppo es fundamental para el desarrollo del conflicto, en el que al menos 30.000 personas han muerto desde que las protestas contra el presidente Bashar al-Assad comenzaron en febrero del año pasado.
Las potencias mundiales han visto la matanza con consternación, pero han sido incapaces de ponerse de acuerdo sobre la forma de resolver la crisis, que amenaza con desestabilizar toda la región.
Ninguna de las partes parece ser capaz de dar un golpe militar decisivo, a pesar de un ataque rebelde con bombas destruyó la sede del comando del Ejército en el corazón de Damasco el miércoles, mostrando su creciente poderío.
AVIONES DE GUERRA EN ACCIÓN
Aunque los rebeldes afirmaron que no hubo triunfos importantes en Aleppo, las fuerzas del Gobierno parecían estar sufriendo intensos ataques en algunos sectores.
La televisión estatal dijo que «grupos terroristas» estaban disparando proyectiles de mortero en un área en el sureste de la ciudad, matando a tres personas, entre ellas dos niños, e hiriendo a otras 10.
El activista Ahmed Abdelrahman dijo que se libraron batallas esporádicas durante la noche y que un avión de guerra bombardeó un grupo de edificios cercano a la ciudad de Azaz, a menos de un kilómetro de la frontera con Turquía.
Un video publicado por activistas mostró a los residentes desesperados intentando remover escombros de un edificio colapsado y retirando al menos un cuerpo. Abdelrahman dijo que se cree que hay más personas todavía enterradas entre los escombros.
Los rebeldes, que sospechan de los lazos de algunos militantes kurdos con Assad, también amenazaron con enfrentarse a los grupos que dicen que están vinculados con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en la vecina Turquía.
Turquía, que ha apoyado a la oposición, teme que PKK aproveche los disturbios en Siria para atacar dentro de sus fronteras.
En el barrio kurdo de Aleppo de Jeque Maqsoud, los rebeldes dijeron que habían capturado al menos ocho hombres de la shabbiha, argot sirio para definir a las milicias pro-Assad. Algunos de los cautivos fueron asesinados, dijeron.
No estaba claro si las víctimas eran kurdos, un grupo étnico apátrida que se extiende sobre gran parte de la región y hasta ahora ha estado dividido en su apoyo a la sublevación. El actual jefe de la oposición política siria en el exilio es un kurdo.
Un líder rebelde emitió una advertencia a los kurdos a través de la página de Facebook de la Brigada Tawhid, la mayor unidad de Aleppo.
«El líder de la Brigada Tawhid, Abdelqadir al-Saleh, hizo una última petición por teléfono a las bandas del PKK, de abandonar sus armas inmediatamente y para que no se arrastren a una batalla perdida de antemano que no es su pelea», dijo.
Foto: Archivo