Aunque las ofertas parecen tentadoras en los puestos de frutas y verduras desplegados en el boulevard de la avenida 20, no resulta una buena idea adquirir estos productos porque podría tratarse de una oferta engañosa.
En un puesto de venta de fresas, ubicado en la avenida 20 esquina de la calle 23, un fiscal de la Dirección de Mercados y Abastecimiento de la Alcaldía del municipio Iribarren, hizo una prueba al peso para corroborar las ventas justas: colocó pesas de dos kilos y, sorpresivamente, la báscula marcó cuatro kilos y medio.
La historia se repitió varias veces a lo largo del boulevard, en donde ayer estuvieron 10 fiscales, con la intención de evitar situaciones de estafa y recordarles a los comerciantes informales que no pueden estar ubicados en las fachadas, sino en las transversales, y con una distancia de siete metros desde las esquinas, para no entorpecer el paso peatonal.
Giomar Rojas, director de Mercados y Abastecimientos, dijo que las fiscalizaciones para el cumplimiento de las ordenanzas municipales se reanudaron luego de haber estado paralizadas desde enero.
Ayer iniciaron con la fase de retención de pesos adulterados y electrónicos. Desde la calle 22 hasta la 26, se encontraron con 6 pesos ilegales. Los comerciantes alegaron que las agujas estaban dañadas, que los pesos se habían golpeado o desconocían la norma. En el caso de las balanzas electrónicas, Sencamer prohibió su uso comercial pues fácilmente se pueden adulterar.
Cornelio Cala, jefe de fiscalización, les informó a los infractores que ahora serán llamados a una audiencia de imposición de multas, donde tendrán derecho a su defensa, pero en caso de comprobarse la irregularidad en las ventas, deberán cancelar entre 10 y 20 unidades tributarias al Servicio Municipal de Administración Tributaria (Semat).
En el caso de reincidir en la falta, el comerciante está obligado a pagar entre 20 y 60 unidades tributarias y se decomisará definitivamente la báscula.
Las supervisiones continuarán toda la semana en distintos puntos de la ciudad.
Estafados
Varias denuncias de comerciantes se recibieron en la Dirección de Mercados y Abastecimiento, en la que manifestaban haber sido estafados por supuestos coordinadores de buhoneros, quienes dicen tramitar los permisos y puntos autorizados para los tarantines.
Ayer el equipo de fiscales se presentó en la calle Bélgica con Madrid de la urbanización Santa Elena, en el este de la ciudad y los vendedores dijeron haber pagado por estos permisos de instalación.
El jefe de fiscalización insistió que “nadie está autorizado para ocupar esos espacios ni para tramitar dichos permisos”.
Recordó que actualmente mantienen mesas de diálogos con los buhoneros para ajustar normas.