Hace 119 años nació en Trujillo, el destacado abogado, historiador, escritor, militar y político, Mario Briceño Iragorry, quien fue uno de los más grandes ensayistas en la historia de Venezuela.
Tras haberse retirado del ejército en 1914, donde conoció al próximo presidente de la república, Isaías Medina Angarita, Iragorry se graduó de abogado en la Universidad de Los Andes, para luego ingresar a la Dirección de Política Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores junto a Lisandro Alvarado, Jacinto Fombona Pachano y José Antonio Ramos.
Para 1922 trabajó como maestro del Liceo Andrés Bello, donde consiguió después el cargo de director. Ese mismo año publicó Hora y Motivos, dos de sus obras más importantes.
Tras haber publicado innumerables textos, en 1946 recibió el premio municipal de literatura por su obra Casa León y su tiempo, y a la vez el Premio Nacional de Literatura gracias a su libro El regente Heredia o la piedra heroica.
Tres años más tarde fue designado embajador de Colombia, donde se dedicó también a la escritura y publicó una serie de obras que lo convirtieron en uno de los más importantes exponentes de la ensayística venezolana.
En 1958 regresó a Venezuela, donde falleció dos meses más tarde, específicamente el seis de junio de ese año. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el seis de marzo de 1991.