En todo el municipio Morán, y en especial en su capital, El Tocuyo, a sus habitantes les llama la atención el que un considerable número de obras destinadas a las comunidades, iniciadas hace años, permanecen inconclusas y abandonadas.
Al luchador social Antonio Mendoza, “El Gato”, le preocupa que quienes han dirigido la Alcaldía durante los últimos años no se han interesado en su culminación e igualmente por los dineros invertidos.
“Aquí hay muchas instalaciones iniciadas que no se terminaron y otras que por no haber recibido el correspondiente mantenimiento se encuentran en un deplorable estado, algunas inservibles”, afirmó.
Citó el caso de la escuela para niños especiales Jesús Alberto Marrero Torrellas. Durante la gestión de Reyes Reyes, comenzaron a ampliarla y no sólo no terminaron la ampliación sino que la Alcaldía de Morán abandonó también la que ya existía y actualmente está convertida en una guarida de malandros.
Para Carmen Torres, una vecina, no se justifica que mientras en El Tocuyo se carece de una institución con esas características, se esté perdiendo la inversión que allí se hizo y al alcalde Palma poco o nada le preocupa eso.
De la nueva escuela sólo se observa maleza y en otro lugar una valla con los rostros del presidente Chávez y el entonces gobernador Reyes señalando que se haría una inversión de 499.618 bolívares.
Muy cerca de allí, en la calle 2, está una estructura de hierro de lo que estaba destinado a ser la casa del ajedrez, al lado de lo que fue la planta eléctrica de la ciudad.
José Gregorio Luis, vecino, recuerda que, de acuerdo al proyecto, eso iba a ser parte del complejo deportivo Argenis Cañizales.
La obra la inició Orlando Fernández y Reyes la abandonó.
“El caso es que en Caracas eso aparece como concluido y entregado cuando lo único que hicieron fue esa estructura de metal”, indica.
A su lado pasa un buco. Cada vez que llueve produce daños en varias viviendas cuyos propietarios han exigido, rogado, de las autoridades municipales, su canalización.
Pero el colmo de la desidia está en el caserío Boro Santa Teresa, con el proyecto habitacional El Sarao.
Allí, cuando Pedro Alastre era el alcalde, se construyeron varias casas donde residirían las familias a ser adjudicadas en la hacienda Santa Teresa, expropiada hace unos años y donde no se ha producido ni un kilo de tomate.
Las casas permanecen abandonadas, enmontadas, algunas desvalijadas, y tampoco preocupa al alcalde o a los concejales de Morán que esos millones sigan perdiéndose.
También dejaron abandonada lo que, de acuerdo al proyecto aprobado por el Fondo de Crédito Industrial, que aportó algunos millones, sería una fábrica de cartón o derivados del bagazo o melaza del vecino central El Tocuyo.
Los galpones de la empresa Alivaca, como originalmente se llamaba, ocupada por el Estado, siguen dañándose.
También carece de mantenimiento el balneario Las Margaritas, bajo administración municipal.
“Están dejando perder millones de bolívares que ni al alcalde ni a los concejales les duelen”, dijo Antonio Mendoza.
Fotos: Luis Salazar