Dentro de los actores del sistema internacional se encuentra esta organización, que aunque su nombre lleve a pensar sinónimos en cuanto a países independientes, autónomos, democráticos, la realidad no es totalmente cierta. El tema es de actualidad, porque el gobierno venezolano ha ofrecido la Isla de Margarita para la XVII Conferencia de este movimiento.
Los llamados No Alienados, se reunieron por primera vez en 1955 en Indonesia, han realizado sucesivas conferencias en Egipto, Zambia, Colombo, Cuba, India e Irán. En cada reunión aumentaron sus miembros, de los 29 que comenzaron, hoy cuentan 120 países.
Aunque los objetivos teóricos pueden ser plausibles, las contradicciones saltan inmediatamente a la vista. Conformado inicialmente por países débiles y subdesarrollados, unidos para luchar contra el imperialismo, apartheid, guerra del Vietnam, colonialismo y el fascismo, en el movimiento hay países alineados con el mundo bipolar o identificados como dictaduras, cual es el caso de Cuba, Venezuela y Siria. Como aspecto positivo debe señalarse el respaldo a la autoridad de las Naciones Unidas.
Objetivos como la paz, desarrollo, cooperación y democratización, han quedado relegados, dando paso más bien a enemistades con Estados Unidos, Unión Europea, G8 y el G20. Como desde su formación tuvo un apoyo encubierto de la antigua Unión Soviética, con la caída del muro de Berlín, la disolución del Pacto de Varsovia y la nueva realidad de Rusia, los No Alineados tuvieron una gran crisis.
Ciertamente que Venezuela, la Isla de Margarita y el anfitrión Nicolás Maduro, no son los factores más apropiados para la realización de esta conferencia. Venezuela atraviesa una severa crisis económica sin recursos para costear una reunión de este tipo. Las reservas internacionales de Venezuela han caído en su nivel más bajo y se ubican en 11,9 millones de dólares.
La Isla de Margarita principal atractivo turístico de Venezuela atraviesa una crisis que va desde problemas de agua, electricidad, desempleo, inseguridad y falta de alimentos. Ha sido recientemente escenario de protestas que han recorrido el mundo contra el dictador Maduro. Las delegaciones asistentes corren el riesgo de verse envueltas en graves situaciones y ser utilizadas por el régimen venezolano para sus fines antidemocráticos.
El mandatario anfitrión tiene el 85% de los habitantes en contra. Es un gobierno cuestionado por la ONU, OEA, Human Rights, la Unión Europea, por violación de los derechos humanos, negarse a realizar elecciones,crisis humanitaria y violación de tratados internacionales. Tiene agrias relaciones con Estados Unidos, España, Brasil, Argentina, El Vaticano, Panamá, Perú, Chile, Guyana y Francia.
Más inoportuna no puede ser la realización de esta reunión en Venezuela. No hay que olvidarse que los gobiernos débiles utilizan la ocasión. Como dice Mario Vargas Llosa “Da tristeza un Gobierno cuyo Jefe de Estado silva, ruge o insulta, porque no sabe hablar”.