Este 14 de septiembre Barquisimeto celebra los 464 años de su fundación, y en más de cuatro siglos de historia, sus ciudadanos han creado una identidad muy propia que los diferencia del resto de los venezolanos.
Los guaros tienen una característica especial, se ganan el corazón de las personas en cuestión de minutos, con una facilidad única, gracias a su carisma, su personalidad amistosa y su amabilidad.
Reconocer a un barquisimetano es sencillo, con solo escucharlo hablar por cinco minutos es suficiente, pues su acento al hablar y sus frases célebres que las lleva por doquier como el “Na’guará”, “Va siej” o el “sié caraj”, son características únicas de los oriundos de la ciudad crepuscular.
Una de las cosas que los hace sentir orgullosos de haber nacido o criado en estas tierras es el hecho de disfrutar cada tarde de los crepúsculos, de tener cerca a la Divina Pastora para ir a visitarla y acompañarla durante su procesión cada 14 de enero, de la comida tan exquisita como los pepitos, y sobre todo los Cardenales de Lara que año tras año nos llenan de alegría tristeza pero a pesar de los altibajos, siempre seguirán apoyando a los pájaros rojos.
En cuanto a la ciudad, el clima cálido crea un ambiente agradable para todas las personas, el rojo atardecer de sus crepúsculos y el fresco de la noche hace que sea un lugar increíble para vivir, con opciones para disfrutar en familia y amigos. Y lo mejor es que hay lugares para todos los gustos, desde monumentos, arte, hasta centros comerciales, más un sinfín de lugares para degustar de una gastronomía única y de excelentes postres.
Artísticamente Barquisimeto cuenta con talento de sobra, tanto en artesanía como musicalmente, siendo una de las ciudades referenciales en Venezuela. Son innumerables las bendiciones que tiene esta ciudad.