Una multitud de vecinos de distintos sectores de la parroquia Aguedo Felipe Alvarado del municipio Iribarren, estado Lara, se casaron de ser sometidos constantemente por el hampa y decidieron hacer justicia por sus propios medios la mañana de este sábado.
Con garrotes en mano, gasolina y otros objetos contundentes, aguardaron a las afueras de la estación de la Policía del estado Lara ubicada en Bobare con todas las intenciones de terminar lo que había empezado durante la madrugada.
A eso de las 2:00 a.m., dos sujetos habrían sido vistos hurtando una iglesia evangélica llamada El Efervescer, ubicada en la calle 2 del centro, por lo que los residentes se envalentonaron, capturaron a los presuntos delincuentes y les propinaron una golpiza que fue interrumpida por la aparición de funcionarios policiales que se los llevaron como “medida de resguardo”.
Al salir el sol, pasadas las 7:00 a.m., cada vez más gente se fue enterando de la detención de los hombres a través de mensajes de texto que decían: “Agarraron a El Freddy y necesitamos que apoyen a la comunidad en la estación policial”. Se acercaron con ansias de justicia.
Los individuos fueron identificados como Freddy José Rangel Gutiérrez (23), alias El Freddy, y Oswaldo Arrieche (33) apodado El Narrito, y son señalados por más de 30 personas de ser, junto a otros diez individuos de la banda de El Freddy, los azotes de los caseríos de la localidad. Presentaban múltiples traumatismos y sangraban en distintas partes del cuerpo. Se supo que el primero reside en el barrio La Cruz y Arrieche vive en el casería La Manga.
“Queremos justicia. Si las autoridades no la hacen tenemos que tomarla nosotros mismos. Si los sacan los vamos a matar”, declararon los vecinos, quienes rogaban a los Polilara que dejaran en libertad a Rangel Gutiérrez y a Arrieche para encenderlos.El principal blanco de las denuncias es El Freddy, quien, según los testimonios, hace de las suyas con un arma de fuego tipo chopo y una tipo escopeta, de manera indiscriminada.
“A mí me ha robado dos veces ya. Me puso un arma en la cabeza y me quitó 5 mil bolívares y un teléfono la primera vez cuando iba saliendo con mi hijo para Valencia.
Después, bajándome del Transbarca me quitó hasta los zapatos”, manifestó la señora Margot Rodríguez, quien sostenía un papel que constaba la denuncia que realizó de uno de los atracos el 3 de abril del año en curso, ante la comisaría bobareña.
Los locales criticaron la labor de los organismos de seguridad, pues el presunto azote de barrio habría sido señalado y capturado en distintas oportunidades pero puesto en libertad inmediatamente. Creen que El Freddy paga por su libertad.
“Las denuncias no pasan de aquí”, reprocharon.
Se lleva los animales, herramientas y demás artículos como tanques de agua y bombonas de gas de las casas y fincas.
No perdona para hacerse de motos y teléfonos celulares. Su sitio favorito para cometer sus fechorías, aseguraron, sería la parada de transporte público a Barquisimeto.
“Aquí nadie puede madrugar para irse a trabajar porque lo roban. Ese no deja vida y cuando está drogado roba hasta la mamá”, indicaron de Freddy José.
Durante la tarde del sábado, los dos sujetos fueron sacados para ser tratados por las heridas que les causaron, pasaron la noche en la estación policial y se supo que hoy serán reseñados por el Cicpc para empezar las averiguaciones correspondientes por las múltiples denuncias de delitos.
Los familiares aseguraron que El Freddy fue confundido con otra persona y, aunque aceptaron que el sujeto comete fechorías, dicen que no es el culpable de “todo lo que desaparece”.