La selección de Venezuela pretendía dar un paso al frente y reflotar de la zona baja de la clasificación, en el estreno premundialista del técnico Rafael Dudamel, pero el intento resultó fallido, porque cayó 2-0 ante su similar de Colombia, en duelo disputado en el estadio Roberto Meléndez de la calurosa Barranquilla, por la séptima fecha de las eliminatorias suramericanas al Mundial Rusia 2018.
James Rodríguez, astro del Real Madrid, y Macnelly Torres, figura estelar del Atlético Nacional, reciente campeón de la Copa Libertadores, se colocaron traje de verdugos ante la oncena nacional y dieron un mazazo a sus aspiraciones de arrancar, cuando menos, un punto de su visita a suelo colombiano, gracias a los goles que consiguieron en los minutos 45+1 y 81 de compromiso.
Después de un primer tiempo en el que, tras sufrir a más no poder en los minutos iniciales, vivió pasajes interesantes, con un par de ocasiones claras que por poco le dan la ventaja en el marcador, la representación vinotinto se vino a pique, desmoronada totalmente, en un segundo periodo para el olvido, que incluyó par de expulsiones, de los defensores Wilker Ángel y Rolf Feltscher, luego de cometer penales en la recta final del careo, e hizo recordar pasajes grises de los primeros partidos del actual ciclo premundialistas, plagados de errores defensivos y carentes de resultados positivos, aquellos que le costaron el puesto al anterior DT vinotinto, Noel Sanvicente.
Juan Pablo Añor coqueteó con el gol, mediante un excelso cobro de tiro libre al 33, que exigió al portero cafetero David Ospina con un espectacular vuelo para mantener intacta la valle de su elenco. Y después, al 40, Josef Martínez, tras recibir un gran pase al vacío de Añor, remató dentro del área, acción que encontró de nuevo la fortaleza de Ospina, responsable de una reacción felina que evitó el grito de gol.
De esa primera parte al segundo tiempo, el rostro vinotinto fue distinto, totalmente opuesto, ante una Colombia que nunca quitó el pie del acelerador y complicó con su presión alta como medida para desarticular a la tropa criolla, amen de su acostumbrado juego de buen toque, con criterio, velocidad y llegada por todos los flancos, con el cual hizo daño en ataque.
El descalabro vinotinto pudo haber sido de mayor impacto, a no ser por el monumental desempeño del portero criollo Dani Hernández, al atajar los lanzamientos penaltis de Carlos Bacca y James Rodríguez, cuando la tropa nacional daba tumbos en el terreno de juego y, en inferioridad numérica, estaba a merced de una goleada. Así las cosas, el marcador final pareció corto, para lo que sucedió en el tramo final del desafío.
La situación de Venezuela –ya cuesta arriba antes del partido al sumar solo un punto de 18 posibles- es ahora mucho más complicada, dado que la distancia con los puestos de privilegio crece y, preocupante, no hay señales de recuperación. Claro está, la suerte de la Vinotinto de cara a la clasificación mundialista ya parecía sentenciada, puesto que sus posibilidades son escasas, pero existía la esperanza de registrar un mejor desempeño, a partir de la mejoría que experimentó en la pasada Copa América Centenaria, con su clasificación a segunda ronda.
La tarea ahora es pasar página y centrarse en otro difícil duelo, en ese caso frente a la Argentina de Lionel Messi, a la que recibe el martes en Mérida (7.00pm).