El Gobierno nacional demuestra un profundo miedo a la realidad que vive Venezuela, sobre todo a los factores que están presentes en su discurso, afirma Eduardo Semtei, ex vicepresidente del Consejo Nacional Electoral y analista político, al ser entrevistado por EL IMPULSO.
En primer lugar, miedo al pueblo. Ellos (el presidente Nicolás Maduro y el Partido Socialista Unido de Venezuela) saben que desde hace mucho tiempo perdieron la mayoría y que la realidad que viven los venezolanos ha generado una situación de desafecto y de repudio al Gobierno. Es por ello que tienen temor a cualquier movilización, al activismo y a todo lo que sea protesta, así sea el caso de la movilización de este primero de septiembre, amparada en la Constitución y en los derechos ciudadanos.
En segundo lugar, y eso es quizá más importante, los gobiernos populistas y arbitrarios, como ha sido demostrado por los últimos casos de Dilma Rouseff (Brasil) y Cristina Kirchner ( Argentina) y el de Nicolás Maduro temen ser sometidos al escrutinio de sus gestiones, entonces, apelan a la amenaza como para sustituir los argumentos científicos y políticos. No pueden dirigirse a la inmensa mayoría con argumentos democráticos. Y lo hacen porque no tienen más alternativas porque son como el boxeador que está derrotado y cuando ya se va a la esquina para tirar la toalla y se voltea hacia su rival para decirle que en la próxima pelea lo va a noquear.
Cuando un gobierno de esta condición está moribundo y no puede salvarse, recurre a las más insolentes y graves amenazas.
En este sentido el anuncio hecho por Maduro de que el presidente de Turquía, Recept Tayyirp Erdorgan, quedaría como niño de pecho ante lo que se propone hacer contra la oposición, no se puede desestimar. Los gobiernos que están moribundos nunca se sabe que harán, porque no obedecen a criterio racional. La detención de Carlos Melo es una cuestión sin sentido: en su cinturón normal tenía un doble fondo, y en este, escondía una cuerda explosiva. Eso es una estupidez. Es posible que cualquier amenaza, aunque muy absurda que sea, la ejecute.
Es imposible adivinar lo que un régimen que está cayendo puede llegar a hacer, indicó. Se puede saber qué puede hacer un gobierno francés, norteamericano e incluso lo que puede hacer el gobierno chileno. Pero, no el gobierno venezolano. Es un albur.
Sobre el primero de septiembre dice que Datanálisis, Consultores 21 e Hinterlaces indican que el 75 por ciento de Ios venezolanos quieren un revocatorio, el 65 por ciento está de acuerdo con el acto de hoy y el 34 por ciento va a marchar. Estamos hablando de 6 millones.
Es muy difícil que fracase la convocatoria. La concentración nacional de Maduro del martes, en Caracas, no reunió cuatro mil personas. Estamos esperando 600 mil. La comparación indica que será un éxito.
