“Eso de que Río Claro sería la primera parroquia socialista de Venezuela y que recibiría atención especial fue pura mentira, un vulgar engaño, porque ahora la población está más arruinada que nunca”.
De esa forma recordó Elida Arrieche, una vecina de Río Claro, aquella arenga del presidente Chávez hace unos cuatro años cuando desde La Cuchilla decretó a Juares como la primera parroquia socialista del país.
“Aquí lo único que existe es porque se hizo en la cuarta república ya que de la quinta no hemos visto nada y eso se puede ver en las calles destrozadas, la carretera igual, no tenemos agua, la inseguridad es grave y el río nos va a arrastrar en cualquier momento si no hacen algo pronto”, agregó mientras señalaba un bote de aguas cloacales en plena plaza Bolívar.
“Ese bote de aguas negras tiene años y a cada rato vienen unos técnicos, ingenieros, no sé qué son, lo tapan, pero a los pocos días vuelven a salir las aguas hediondas que no dejan que las personas estén en la plaza”, dijo Juan Escalona, residente en las inmediaciones.
Pero en el mismo sector, al lado del Mercado Municipal, hace tiempo cortaron un árbol y dejaron las ramas ocupando casi media calle.
El llamado lo hicieron a Hidrolara, alcaldía de Iribarren o junta parroquial para que resuelva ambos problemas, y si escapa a sus posibilidades haga las gestiones ante los organismos correspondientes.
En eso coinciden los vecinos de La Palomera y Tierra Tinta, al suroeste, donde nunca han tenido calles y el río amenaza con desbordarse cada vez que llueve fuerte.
Antonio Hernández, uno de los vecinos, aunque dijo ser chavista, manifestó la necesidad de que los vecinos reclamen antes de que ocurra una tragedia.
Señaló varios sitios donde el río ha ido “comiendo” tierra al punto de que en algunos sectores apenas le separa un metro de la carrertera hacia La Cuchilla.
Dijo que algunas personas han seguido sacando tierra del cauce con lo que el peligro es mayor pues en cada crecida las aguas se llevan otros metros de tierra al punto de que algunas familias del sector La Esperanza han abandonado sus ranchos por temor a que se derrumben.
“Nadie se ha precupado por nosotros; como si no existiéramos. Y eso que estamos con el presidente, pero cuando está lloviendo no dormimos, por miedo de que nos lleve el agua”, manifestó una habitante del sector La Esperanza.
Otro vecino refirió que varios granjeros quedaron aislados hace varios días debido a que le metieron una máquina al río y lo único que hicieron fue eliminarles el paso.
“Estamos aislados porque el único paso que teníamos lo destruyeron y en vez de canalizarlo ahora echaron el agua hacia la orilla donde están varias casas, la manga de coleo y los campos de béisbol”, enfatizó.
Pero la inseguridad es otro problema que afecta a los habitantes de Río Claro, sobre todo últimamente cuando han sido invadidos, en especial los fines de semana, por antisociales procedentes de algunos sectores de Barquisimeto.
Además, en las vía hacia La Cuchilla, Cerro Negro, Las Delicias y otros caseríos del sureste de Río Claro, la carretera está muy deteriorada, a lo que es necesario agregar la situación de contaminación ambiental existente a pocos kilómetros por un botadero de basura allí establecido.
Y otra irregularidad es que, como no existe bomba de gasolina, ahora los dueños de vehículos deben surtirse en casas de familia convertidas en surtidoras, con el peligro que eso representa para todos.
Temen una explosión en cualquier momento si no se toman medidas.
Corresponde al Ministerio del Ambiente
La canalización del río Claro, que constituye una amenaza para una buena parte de la población, es competencia del gobierno nacional a través del Ministerio del Ambiente, pero hasta ahora no ha hecho nada.
Lo dijo la abogado Ana María Fréitez, Autoridad Única de la parroquia Juares, al ser consultada sobre la amenaza que representa esa corriente de agua para viviendas e instalaciones deportivas a su alrededor.
Dijo que se trata de una obra de gran envergadura pero la gobernación no puede hacerla, ni siquiera destinar máquinas para canalizar el río aunque sea parcialmente porque el despacho del Ambiente no lo permitiría.
Igualmente dijo que, en vista de que la Alcaldía de Iribarren no cumple con su obligación de reparar las calles de Río Claro, lo hará la gobernación, utilizando 18 mil toneladas de asfalto, sólo en el casco central, no descartándose que proceda también en otros sctores.
Ana María Fréitez anunció también otro plan de recuperación del parque Guayamure y de la manga de coleo, además de un programa destinado a pintar las fachadas de las viviendas para que brinden un mejor aspecto a los visitantes a la capital parroquial.
Fotos: Jairo Nieto
