Las semanas pasan, el tiempo se agota y el día más soñado está por hacerse realidad. El vestido, los zapatos, accesorios, el bouquet y pare usted de contar todas las cosas y detalles que una novia tiene en su mente antes de la boda. Como la idea siempre será hacer realidad ese sueño de la mejor forma posible, pongamos entonces manos a la obra…
Aunque pareciera que fue ayer cuando tu príncipe azul te hizo la mejor pregunta del mundo, el tiempo pasa corriendo y ahora que “ya estás a un mes de realizar tu boda” te encuentras contando las horas, minutos y segundos para el gran día.
Sabemos que son millones de detalles, por lo que hay quienes prefieren buscar ayuda de un profesional que se encargue de cada uno de ellos, mientras que otras prefieren tener el control de todo, pensando que “para que las cosas salga bien debes hacerlo tu misma”, de cualquier manera, al final del día lo importante es recordar con una gran sonrisa en la cara, el haber vivido de manera plena la organización del enlace.
Aquí, te dejamos una pequeña lista de las cosas que puedes hacer, faltando solo 30 días para decir: ¡Acepto!
¡Comunicación señoritas!
Mientras menos días falten tu ansiedad será más intensa, así que reúnete con tus damas de honor y mantén la mejor comunicación posible con ellas, recuerda que estas deben ser tus principales aliadas para que todo salga como deseas. Invítalas a tomar o comer algo y cerciórate que todas tengan sus vestidos listos. Junto a ellas puedes cuadrar todo lo que te haga falta, flores, bebidas, arreglos, perfume, entre otras cosas.
Acude al estilista
Mínimo a una semana antes de la boda debes haber visitado a tu estilista para concretar el maquillaje y peinado que usarás. La idea es que te hagan una o más pruebas de estilismo según tu vestido y accesorios para que luzcas en perfecta armonía, tener una idea de cómo deseas verte puede ayudar. ¡Queda prohibido maquillarse y peinarse el mismo día de la boda! Pues será imposible que logres decidirte, para eso existen los profesionales, deja que ellos hagan el trabajo, tu solo procura estar satisfecha.
Nota: Las uñas nunca deben ser muy llamativas, a menos que quieras quitarle protagonismo a tu rostro.
¡Escríbelo!
Detente un instante a imaginar cómo quieres que luzca todo en el día de la boda y anótalo en una agenda u hoja para que no se te olvide. Iniciando con el momento de arreglarte (datos del peinado, maquillaje, entre otros elementos), hasta cuando ya todos se hayan ido del salón y la fiesta termine. La idea es que puedas recordar cada detalle que necesites antes, durante y después de la boda, esto también permitirá que tus damas de honor, padres y amigos puedan tener una idea de cómo ayudarte.
Nada un día antes
Está terminantemente prohibido hacerte un facial, teñirte el cabello o depilarte un día antes de la boda. Lo ideal es ir a un spa, por lo menos ocho días antes, para la depilación y la limpieza facial, por otro lado deberías teñirte el cabello con un mes de anticipación, recuerda que la meta es evitar desgracias, teniendo suficiente tiempo de por medio podrás tener el tono de cabello deseado y prevenir enrojecimientos, erupciones o cualquier tipo de reacción a la cera o tratamiento.
Nota: Luego de depilarte puedes rozar un hielo sobre las diferentes áreas para cerrar los poros y deshinchar.
Confírmalo
Una llamadita para confirmar tus reservaciones de luna de miel puede hacer grandes diferencias, no des todo por hecho. Unos tres días antes de la fecha pautada, verifica que todo esté en orden, evítate el fastidio de no viajar cuando lo tenías previsto “por un error en la computadora”. Igualmente realiza una pequeña lista de cosas para tu luna de miel, si se trata de un lugar lejano investiga un poco sobre el clima y los detalles que necesitarán tu esposo y tu. Recuerda comprar también todo aquello que te haga falta.
El que se casa…
¡Ya lo sabes! Si al regresar de la luna de miel estrenarán casa o apartamento, no olvides arreglar junto con él los detalles del lugar donde van a vivir. Asegúrense de que el sitio esté disponible cuando regresen de su viaje. Pídele el favor a tu mamá, hermana y/o mejor amiga de darse una “vueltica” para comprobar que todo funcione en perfecto orden, llegar del viaje y seguir viviendo en casa de sus padres “mientras reparan” no es buena idea.