Río de Janeiro despide este domingo sus Juegos Olímpicos con una fiesta para “lavar el alma” en la que el carnaval y la samba, dos de los símbolos de la ciudad, tendrán un especial protagonismo.
Río quiere despedirse con la fiesta de la “alegría” para dejar un buen recuerdo tras los primeros Juegos celebrados en Suramérica.
Una fiesta que servirá también para reconocer la “manera brasileña de hacer las cosas”, y en el caso de Río, el “jeitinho carioca”, como localmente se conoce a la capacidad de improvisar para seguir adelante.
La ceremonia, que se desarrollará en el estadio de Maracaná, contará con más de 3.000 voluntarios y 300 bailarines.
Aunque los detalles se mantienen en secreto, la escenógrafa Rosa Magalhaes, reconocida por su trabajo como directora de las mejores escuelas de samba del país, adelantó que será un acto “muy brasileño” y que contará con el desfile de la comparsa Cordao da Bola Preta, la más popular del carnaval de Río.
Habrá también una “sorpresa” y un espacio para la presentación de Tokio, sede de los Juegos 2020.
Los Juegos se inauguraron el pasado día 5 con una vistosa ceremonia dirigida, entre otros, por el realizador Fernando Meirelles, que repasó la historia del país y concedió protagonismo a la música brasileña, desde la bossanova a la samba sin olvidar el funk.