El Gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Hispania, Luis Miguel Callejas, reveló a EL IMPULSO que en alrededor de seis meses esperan hacer la entrega de 36 apartamentos y 40 oficinas de la Torre Ibérica y el conjunto residencial Plaza Mayor, situados en la avenida Críspulo Benítez con Bracamonte.
Los copropietarios de dichas propiedades tienen esperando por las mismas varios años. Sin embargo, la falta del servicio eléctrico ha retrasado considerablemente las obras.
Contó que las negociaciones de la constructora con la compañía eléctrica nacional permitirán que se habilite el suministro de una carga (2 MVA) suficiente para abastecer de electricidad a los establecimientos que serán entregados, pero no la requerida para todas las edificaciones en construcción de la zona.
“Esto será el inicio de empezar a tener electricidad (…) Nosotros hemos estado notificando a nuestros clientes de todo lo que sucede”, aclaró Callejas.
Afirmó que luego de contar con la electricidad necesaria, la prueba de ascensores y otras cuestiones mecánicas tomarían entres 30 y 60 días únicamente.
Informó que la importación del aparato requerido por el tendido eléctrico, para el traslado de mayor carga de luz eléctrica y con el que no cuenta la empresa prestadora de servicio, tomará al menos 9 meses.
No obstante, confesó que Corpoelec en Lara se encuentra haciendo la solicitud del interruptor que hace falta a otra entidad para que el tiempo de espera sea menor.
Problema político tiene parado Centro de Convenciones
Callejas denunció que el “egoísta” accionar de las autoridades gubernamentales, específicamente el de Henri Falcón, tienen paralizada la realización del centro de convenciones de Barquisimeto, el cual es una obra que impactaría de manera sumamente positiva en el desarrollo urbano de la ciudad.
Negó que dicho proyecto sea responsabilidad total del Grupo Hispania, aunque reconoció tener que costear parte del mismo. Así quedo estipulado en el convenio que se realizó para el 2006 durante la rueda de concurso del Triángulo del Este y así empezó cumpliendo, aseguró.
En torno al tema tienen y han tenido potestad, tanto el alcalde de Iribarren como el gobernador de Lara.
Sin embargo, mientras Amalia Sáez estuvo al mando del Ejecutivo local, los impases políticos entre mandatarios truncaron el desarrollo de la edificación, la cual se espera que cuente con un auditorio tipo teatro, una sala de exposiciones de 7.000 metros cuadrados y entre otros espacios.
“Estamos dispuestos a terminar de invertir lo que nos falta pero allí se necesita es solo la firma del gobernador”.
Asimismo, espera que pueda reanudarse dicha iniciativa porque es un proyecto de total envergadura, en la que, según acotó, están interesados muchos inversionistas.
