La historia se repite para los empleados que dependen del Ministerio del Poder Popular para la Salud, cuyo pago de la pasada quincena correspondiente a las primeras dos semanas del mes de agosto no fue depositado.
Anteriormente estos solían cobrar de manera anticipada, pero ahora, incluso han esperado que se unan los dos pagos que reciben mensualmente debido al retraso que consideran injustificado y mantiene a 6 mil trabajadores del estado “haciendo magia”.
Con las tarjetas de créditos al límite y deudas por doquier viven los empleados públicos, quienes decidieron mantenerse en asamblea permanente, especialmente el caso de los correspondientes al Hospital Dr. Luis Gómez López, quienes en la actualidad les dan atención únicamente a pacientes oncológicos y psiquiátricos, así como a las consultas que ya están programadas.
En relación al reciente aumento emanado por el Gobierno nacional, señalaron que no han llegado a cobrar siquiera los anteriores que se han hecho en lo que va de año. “Cuando nos pagan lo hacen con cifras de noviembre del 2015, será para el año que viene que veamos el incremento que hicieron ahorita”, indicó Dixcia Fernández, representante del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos adscritos al Ministerio de Salud (Sunep-Sas) Lara.
“Otra vez nos dejaron sin la quincena, aquí necesitamos un doliente”, aseguró Héctor Terán, empleado del lugar. El mismo indicó que lamentablemente ni la gobernación ni el ejecutivo nacional se encargan de dar una respuesta satisfactoria ni de velar por las necesidades de los trabajadores. “Nosotros dependemos del ministerio pero trabajamos para el estado Lara, se necesita un director de salud que nos tome en cuenta”, agregó.
Es importante recordar que hace pocas semanas fueron robados de la Dirección Regional de Salud los servidores en donde se encontraba la data y maquetación que es solicitada por el patrono para realizar el pago, no obstante, en ese momento el gobernador Henri Falcón aseveró que la quincena de los empleados no se vería afectada por esto y que la misma se realizaría en el tiempo correspondiente.
Malas condiciones
Solo dos de los cuatro pabellones se mantienen funcionando y cuando llueve “cae más agua aquí adentro que afuera”, aseguraron los empleados.
Como si no bastara el retraso en el pago, el estado del hospital no es el mejor en ninguna de sus áreas. Desde la cocina, la cual es insalubre a simple vista, hasta los pasillos demuestran que es necesario que se le dé atención urgente para mejorar el servicio.