El hambre, la persecución y encierro, el éxodo de familias y sobre todo de jóvenes hacia otros países, el salario deficiente en relación a la inflación, la inseguridad, la reclusión indirecta y la falta de facilidades para poder vivir en libertad, la violencia, la escasez de alimentos y medicinas es cuantitativamente superior a los beneficios como vivienda, barrio adentro, barrio tricolor que pudo haber dado este gobierno a una parte de la población, la cual tal vez alegró momentáneamente a un sector de ella, pero hoy triste y con desesperanza en muchos de ellos, porque saben que se agoto el dinero. Y ya las limosnas se acaban también.
El llamado del papa a los jóvenes es el de tener memoria y sobre todo de coraje en la vida; por cierto les recordó el respeto a los ancianos, a su sabiduría, segur sus consejos y experiencias.
En Venezuela los jóvenes y los que se sienten jóvenes, sobre todo los estudiantes deben tener la audacia para abrirse camino en esta sociedad que esta llena de políticos y gente malvadas en todas las esferas de la sociedad y recordar todo lo malo que han hecho en estos 18 años y no olvidarse de esto para no seguir el mismo camino, pues como dijo el papa “ustedes son el futuro” de los países. Muchos de estos jóvenes venezolanos solo han vivido en este socialismo; entonces el “que tenga ojos, que vea y el que tenga oídos que escuche”, es decir: vean lo que ha pasado con la economía, la salud, la libertad, la salida de ciudadanos del país, la libertad de expresión, de tránsito, de protesta, lo difícil de conseguir dólares, de conseguir que comer, de los salarios actuales. Deben oír a los mayores y comparar con años pasados antes del 98 o incluso en el siglo XX sin este comunismo, incluso las cifras de homicidios, violencia y muerte de la cuarta república. Los comunistas buenos y malos de Venezuela siempre han existido en la era post moderna pero ese comunismo tan decaído y mal interpretado por un puñado de 100 malvados comunistas primitivos y fanáticos del gobierno entre los cuales hay militares, abogados y jueces, gobernadores, diputados, médicos, periodistas y por supuesto obreros y empleados es de lo peor, que pretenden modificar el ritmo de vida de millones de personas divididas en la realidad y en la sociedad actual, con incertidumbre en el porvenir y con gran desesperanza en las múltiples colas; pasando humillaciones, incomodidades cotidianamente en los servicio públicos e incluso en los privados.
Jóvenes se aproximan días oscuros o de luz, deben preparase en todos los sentidos y cuidarnos, solo que no se olviden de los acontecimientos que pasaron, los que pasan a diario y los que pasarán este año y el próximo; tengan fe, valor, luchen por sus creencias y derechos a la salud, a la vida, a la comida, transporte y educación de calidad, libertad, a tener un hogar, a unirse en pareja, en tener comodidades.
Jesús o su Dios que los proteja. Oigan a sus padres o representantes, abuelos, maestros y profesores de buena fe, algo les transmiten por su bien, ustedes tienen el coraje para la lucha del día a día que les viene.
Un pueblo hambriento y pobre espera mucho la ayuda de lo jóvenes progresistas, proactivos y pacíficos, con voluntad y justicia de cambio. Jóvenes, creo más en ustedes, en sus ganas de combatir y cambiar, en sus metas e ideales que en los políticos. No se asusten con los gritos y amenazas de los gobernantes, no se dejen comprar con engaños. Prepárense, edúquense, actívense y salgan pacíficamente con brío para el cambio, así es como Ghandi venció al imperio británico y Mandela dio otro ejemplo a seguir en Sadáfrica. Tengan memoria o repasen el pasado o que sus abuelos se lo cuenten y luego con coraje avancen hacia sus metas.