La larense Rosa Rodríguez no pudo pasar de los 69.26mt en el lanzamiento de martillo y quedo de décima en la final de la disciplina, disipando cualquier oportunidad de medallas para Venezuela.
Después de la prueba final del lanzamiento de martillo la venezolano no pudo esconder su frustración por no mejorar su marca personal. Rodríguez alegó algunos problemas físicos durante el último día de competencia. Sus piernas no respondieron como debían. Hizo su mayor esfuerzo para mejorar pero no pudo.
Esfuerzo que también realizó durante su preparación camino a Río 2016, sin contar con el apoyo que merecía por haber sido la segunda venezolana en clasificar al magno evento deportivo del globo terráqueo.
Rosa Rodríguez compartió la final Anita Włodarczyk, la polaca que rompió la marca mundial en la final. Włodarczyk es una de las mejores lanzadoras de martillo del mundo, por eso también es una de las ídolos de la venezolano. “Yo estoy con ganas de poder competir con ella y estoy contenta por ella”, dijo la venezolana.
Rosa Rodríguez aseguró que faltó apoyo en su preparación para los Juegos Olímpicos de Río 2016. La barquisimetana dejó claro que para ella es importante hacer el ciclo completo en Europa y no un corto periodo como paso esta vez. “Me encantaría estar el ciclo de cuatro años para mi preparación en Europa”, reiteró la venezolana.
“Quiero tener el ritmo competitivo, eso te da confianza para el momento de la competencia por el roce que se puede tener”, concluyó la venezolana.
Cabe destacar que Rosa estuvo bajo el entrenamiento del hombre que la formó en el lanzamiento de martillo, el profesor Oscar González. Anteriormente la barquisimetana fue preparada en Eslovenia por el entrenador Vladimir Kevo. El ciclo olímpico de Rosa fue hecho prácticamente en su totalidad en las instalaciones del polideportivo Máximo Viloria, sin las pesas acordes para su entrenamiento.
Para febrero de este año ella debió entrenar en el extranjero, sin embargo no recibió en ese momento una explicación clara de por qué no hizo el viaje para su preparación.
Ya no vale preguntarse por qué no fue a Europa, no vale preguntarse qué hubiese pasado si realiza el viaje. Queda Rosa Rodríguez para rato y su actuación en Río 2016 es aplaudible luego del logro a pesar del descuido y la falta de atención por parte de los entes correspondientes.