La opinión de los venezolanos conforme a las actuaciones de la OEA en contra del gobierno nacional se encuentran relativamente parietaria, dividida, a favor de esta actuación 42.3% y en contra de la misma 34.8%. Todo ello se debe a que una actuación de éste o cualquier organismo internacional no prevé solución a corto plazo, mientras la crisis venezolana de alimentos y medicinas se agrava día a día. No es la campaña opositora a favor de estas acciones ni la fortísima campaña mediática del gobierno en contra lo determinante, es la exigencia ciudadana a soluciones prontas, incluso el referéndum revocatorio pareciera estar lejano.
Ambos bando políticos mayoritarios parecieran hilvanar sendas «mirándose al ombligo» necesitan mirar más allá de sus capullos partidistas e interpretar a los distintos sectores del país, los problemas nacionales son transversales, tienen como punto de partida lo económico, lo institucional y una anomia social que implora autoridad, apego a la ley. En cuanto a la mediación de los expresidentes es favorable en 41,24%, el 33,28% la rechaza. La conclusión es la misma, los habitantes de este país ansían salidas expeditas a la crisis, saben que la tutela internacional no aporta ese tipo de resultados, son los actores políticos criollos quienes deben tributar dichas soluciones.
La situación política y económica que padecemos (sus repercusiones sociales) son la vedette de las preocupaciones de los venezolanos, 7 de cada 10 la considera/proyectan negativamente, solo 1 se muestra esperanzado. Ello refleja, ya en el mes de agosto, que las medidas del gobierno como los CLAP y la Gran Misión Abastecimiento Soberano no están brindando los frutos deseados, lo cual es muy peligroso ante la unión de variables sociales muy graves como el hambre y la agonía por medicinas, sin mencionar inseguridad y caotización de los servicios públicos.
Así, una opción para el chavismo es lograr hilvanar un pacto político con la oposición, pudiendo ser una elección presidencial anticipada, con un Maduro renunciando, aludiendo (probablemente) razones de salud, a fin de ir mejor parados a estos comicios que con un presidente revocado, aunque creemos el resultado sería el mismo.
Otro resultado probable a un eventual pacto podría ser el reconocimiento pleno a la oposición, a la Asamblea Nacional, así como la libertad de los presos políticos, ampliar las libertades económicas actualmente cercenadas e incluso, finalmente, celebrar las elecciones regionales donde las fuerzas disidentes del chavismo tendrían una avasallante victoria lo que lo haría muy atractivo para este sector, este acuerdo buscaría que el Presidente Maduro finalice su mandato hasta el 2019 o trasladar el revocatorio al 2017.
El gran problema es ponderar en su justo valor el pacto; pudiera enmarcar en sí mismo una «salida» paraconstitucional, lo resultante tendría que ser instrumentado inmediatamente y, por último pero no menos importante, llevaría inmerso un inmenso peligro: pactar con el gobierno… sus trucos y ardides.
@leandrotango