El ingeniero civil Sergio Borgel, especialista en servicios públicos y vivienda, quiso sumarse al debate impulsado por las tres demandas que enfrenta el Concejo Municipal de Iribarren que se resume en los casos aeropuerto, Cono de Seguridad y Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL).
Borgel opina que las normas se vencen porque la dinámica urbana es indetenible.
“No puedes controlar el crecimiento de una ciudad bajo una rigidez absoluta. Uno modela, planifica, pero la presión demográfica hace su trabajo”.
Apuntó que la idea es canalizar, de manera eficiente, el crecimiento urbano, bajo parámetros de equilibrio, que permitan servicios públicos de calidad y armonía entre el medio ambiente y el desarrollo urbano, conservando las normas de la ciudad de acuerdo al perfil filosófico que se le quiere dar a los espacios.
Para el ingeniero, Barquisimeto ha adolecido de las estructuras de control urbano durante muchos años.
“No poseer esas estructuras de control llevó a la obsolescencia de la norma. El crecimiento informal ha desbordado la norma, por lo que se hace obsoleta para realidades que están a la vista”.
A su juicio Barquisimeto tiene que avanzar. No podemos permitir que la ciudad sea condenada a vivir en el atraso. La entidad tiene que avanzar y modernizarse por lo cual las normas urbanas deben variar en el tiempo.
“Es cierto que desde el punto de vista técnico-jurídico, hay una clara violación a la norma, pero no podemos castrar el crecimiento natural de la ciudad, simplemente porque la norma lo impide. También es cierto que en el Cono de Seguridad hay una realidad social, una presión demográfica, un cuadro de necesidades que debe ser cubierto por el Estado”.
Entonces, dijo, la norma debe ser revisada, actualizada y rediseñada.
Indicó que tampoco se le puede decir a la ciudad que por falta de dinero no podemos tener un nuevo aeropuerto para Barquisimeto. Tanto la norma como el aeropuerto cumplieron su vida útil. El aeropuerto es pueblerino.
Repensar la ciudad es la propuesta de Borgel. “Acá confluyen varios problemas estructurales. Problemas de servicios públicos, de espacios urbanos, de uso del espacio urbano, de presión social que exige respuestas a sus necesidades de vivienda. Es un cuadro que debe ser abordado con una visión de ciudad a largo plazo”.
Destacó que todos deben involucrarse en ese replanteamiento.
Empresarios, gremios, profesionales, universitarios, eclesiásticos, comunidades, entre otros; deben sumarse porque la ciudad es de todos, no solo de los planificadores, subrayó.
El ingeniero se preguntó si en unos 50 años Barquisimeto tendrá el mismo aeropuerto.
“Me preocupa que algunos colegas digan que Barquisimeto no merece un nuevo terminal aéreo porque no hay plata. Plata hay, el problema es que se va por otro lado. Este problema no es de dinero ni de planificación. Es de voluntad”.
Mencionó que el pecado estuvo en omitir el diagnóstico permanente de la norma. Las normas tienen que ser revisadas porque la dinámica urbana así lo exige.
El especialista sugiere que es preciso desconcentrar la ciudad hacia los gobiernos parroquiales. En este caso, las instalaciones del aeropuerto pudieran servir para ese centro piloto de control urbano de Juan de Villegas.
“Las 3.500 familias del Cono son una realidad social. Después serán 5.000, luego 10.000. Esa presión urbana nunca se va a detener. ¿Quiénes se quedaron atrás? Nosotros, los planificadores de la ciudad. El estado venezolano se quedó atrás. La ciudad avanzó de manera anarquizada pero todavía hay tiempo de ponerle control”.
Agregó que sí, ciertamente tenemos un aeropuerto, pero Barquisimeto, una de las ciudades más importantes del país, puede aspirar a más. Para eso hay talento humano y espacios.
“El aeropuerto está rodeado, encerrado en la explosión urbana, encajonado. Hay que pensar en un nuevo aeropuerto si de verdad queremos una ciudad pujante”.
Concluyó que no podemos tener una visión hasta la punta de la nariz. “De esta coyuntura vamos a salir. El país retomará su senda económica y las inversiones regresarán. En ese nuevo concepto de país vamos a repensar a Barquisimeto con un nuevo aeropuerto. Este aeropuerto de pueblo ya cumplió su vida útil”.