No podía ser de otra forma. Michael Phelps cerró su carrera en lo más alto del podio, desde donde divisa las 23 medallas de oro que lo convierten en el deportista más laureado de la historia olímpica.
Tomado de la mano con sus compañeros del equipo de relevos, Phelps subió el escalón y escuchó una ovación del centro acuático del Parque Olímpico de Rio de Janeiro-2016 que bajó de las sillas superiores hasta las barandas para poder tomar una mejor foto de la despedida del astro.
Emocionado escuchó el himno nacional por última vez desde un podio y, al bajar, los cuatro campeones mostraron una pancarta que decía en inglés «Gracias Rio» de parte del equipo de Estados Unidos, que arrasó en el medallero, con 16 oros, contra los tres de Australia y Hungría.
Sumó también ocho platas y nueve bronces.
Sólo Phelps se colgó en la cita carioca cinco oros y una plata.
Después de las fotos de rigor, fue hasta abajo de la tribuna, donde estaba su novia Nicole Johnson cargando al bebé de ambos, Boomer, y su madre Deborah, que le entregaron una bandera de Estados Unidos con la que recorrió toda la piscina, saludando al público que a su vez le respondía con un sonoro «¡Michael, Michael!»
Espectadores, periodistas, voluntarios… Todos pararon un minuto para registrar con el celular el momento histórico, el retiro de Michael Phelps, una foto que estará en más de una cuenta de redes sociales.
El fenómeno de Baltimore y el equipo de relevos se llevaron la última competencia del programa con oro, récord olímpico y mundial individual de Ryan Murphy en el trecho de los 100m espalda.
El equipo femenino se impuso antes en la misma prueba, sin su estrella, la multicampeona Katie Ledecky.
«Feliz»
Phelps saltó tercero, después de Cody Miller, que llegó segundo atrás del recordista mundial y campeón británico, Adam Peaty, y en un duelo cabeza a cabeza logró superar a James Guy en los últimos 50 metros del estilo mariposa, con el que conquistó siete títulos individuales.
El relevo lo abrió Murphy con un récord mundial en sus 100m espalda, modalidad de la que fue campeón en Rio-2016.
Adrian Nathan cerró el triunfo de Estados Unidos, que terminó la carrera con un tiempo de 3:27.95, récord olímpico.
Al salir de la piscina, Phelps levantó los brazos y saludó al público emocionado.
«Así era cómo quería terminar carrera, traté de retenerme un poco en el podio, pero se me escaparon algunas lágrimas», confesó después el campeón.
La de esta noche no era una competición más para el mejor nadador de la historia, era la última, y hasta para quien se abonó a la gloria hace tanto tiempo no fue fácil amarrar los sentimientos.
«Cuando salí del bus y caminé hacia la piscina esta noche sentí que casi me rompía. El último calentamiento, la última vez que me ponía el bañador, la última vez que caminaba frente al público representando a mi país. Es una locura, pero mucho mejor que hace cuatro años», contó tras la prueba, definitivamente ya fuera del agua.
La última noche
La última velada de la natación en Rio comenzó con la final de los 50m libres femeninos, que conquistó la danesa Pernille Blume, quien poco después sumó su segunda medalla olímpica con el bronce junto a sus compañeras del relevo 4×100 combinado.
A la alegría de la joven Blume, de 22 años, se sumó enseguida la del italiano Gregorio Paltrinieri, que se alzó con la último oro individual que repartió la piscina olímpica de Rio, los 1.500 m libres.
Triple campeón europeo de la larga distancia, Paltrinieri ya había sido el más rápido de la semifinal y culminó en Rio una progresión que había comenzado con el bronce que se llevó de los Mundiales-2013 y que acabó convirtiendo este sábado en oro el quinto puesto de hace cuatro años.
Pero aunque no compitió solo, la noche, una vez más, fue de Phelps. Del hombre que nadó y ganó más que nadie, del genio que vino del agua.
«Es sencillamente tan bueno saber que todo el duro trabajo dio recompensa y que fui capaz de luchar contra algunos de los momentos que tuve que pasar en los últimos dos años y volver a donde realmente quería estar», afirmó la leyenda echando la vista atrás.
Se va la natación de Rio, se despide Phelps, se acaba una era.