En muchas oportunidades oí una propaganda que decía en forma de pregunta: ¿Que pasaría en Venezuela si no existiera PG?, de la misma forma en nuestra historia en los últimos 70 años se hicieron y se hacen la pregunta: ¿Qué pasaría en Venezuela si no tuviéramos petróleo?; pues bien a esta pregunta ya comenzamos a oír muchas respuestas, unas reales, otras acomodaticias, otras con políticas desfasadas, otras siguiendo patrones del quítate tú para ponerme yo, otras de cambio de semántica, oí muchas pero hay unas muy especiales que tienen que ver con los principios de ciertas profesiones; en la profesión del político civil es no mentir, no engañar; en la profesión del militar hoy muy confundido en cuanto a su quehacer y por eso hoy nuestra Venezuela se desenvuelve en esas dos profesiones, sin ningún contrapeso legal que permita pasar a juicio al que miente y engaña, ni premiar a quien dice y se desenvuelve dentro del deber ser, es decir, la verdad.
Cuando se habla de presupuestos nacionales oí muchas veces que ya no se dependía de los ingresos petroleros puesto que vivíamos en un país de bonanza, de ingresos internos; igualmente se hablaba de un país atractivo para las inversiones internacionales (externas) y ahí esta la pregunta nuevamente: ¿Que pasaría en Venezuela si no tiene ingresos de dólares por venta de petróleo?.
Surge otras pregunta: ¿Cuáles inversiones?, ¿dónde están las fábricas de carros, con todos sus componentes en esta mi Venezuela? No hay ninguna, solo son armadoras y comercializadoras de vehículos. ¿Dónde están los grandes sembradíos de productos del campo para la alimentación que se expenden en grandes cantidades para franquicias?, no existen; ¿dónde están las fábricas de equipos de electrodomésticos, línea blanca, línea marrón con todos sus componentes de productos de material venezolano; no existen, y no quiero hacer más preguntas y dar respuestas para afirmar que tenemos y vivimos en un país en donde el gobierno y los ciudadanos han confundido las profesiones sin respetarse los espacios, por aquello de zapatero a su zapato. Los productores no se hacen por decreto, se hacen por vocación, igualmente los comerciantes e industriales; repito: “La guitarra para el músico”, nada de productores y ese es el país del dólar petrolero.
Ese país ha ofrecido y seguirá ofreciendo trabajo productivo con rentabilidad para la población venezolana y extranjera, mas lo lógico es que se reconozca más el trabajo productivo que el trabajo de la intermediación, que no tiene nada que ver con eso de capitalismo y socialismo; y es aquí en donde tengo que afirmar que no nos hemos comido el primer kilo de arroz producido y cultivado en el eje Orinoco-Apure, producto de una cantidad de convenios realizados para su desarrollo con la República China y así muchas otras actividades de comercialización que hoy están muy bien organizadas por ciudadanos de origen extranjero que vinieron atraídos por estas tierras de gracia, productiva, pero que al llegar y establecerse los obligamos con nuestras leyes, normas y procedimientos a convertirse en comerciantes. Hay que ser justos con ellos. “La culpa no es del ciego, sino del que le dio el garrote”.
Sembrar el petróleo es una frase con un contenido de desarrollo y hoy es vigente. Hay que volver al campo con o sin dólar petrolero y hay que reconocer al productor agrícola y pecuario; el valor real de su trabajo, de tal manera que compita en justicia para garantizar el desayuno, almuerzo y cena todos los días de los venezolanos.
Que Dios ilumine a quienes manejan la política de Estado, que por buena voluntad eliminen las tantas trabas por las que pasan quienes saben producir y compartir. La voluntad del venezolano trabajador lo que pide es pista, no trabas en su buena intención, que se tome esto como una orientación y más temprano que tarde se verán los buenos resultados y la abundancia para todos cubriendo las tantas necesidades sin preguntar como se llama usted.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán
@JGMendozabargto
