Lara se hará presente, el primero de septiembre, en la Toma de Caracas, que está convocando la Mesa de la Unidad Democrática con el fin de demostrar nuestro rechazo a un gobierno inmoral, arbitrario, militarista, corrupto, incapaz, irresponsable y totalmente insensible a las necesidades de la población, que ha dilapidado los enormes ingresos percibidos por la renta petrolera y nos ha colocado como uno de las naciones con mayores niveles de desabastecimiento y escasez de alimentos y medicinas en el mundo.
Al hacer tal declaración, el abogado y diputado Filiberto Peña Canelón, del Consejo Legislativo del estado Lara, dijo que lo peor que le ha podido pasar a Venezuela es ser gobernado por Nicolás Maduro, producto del chavismo y del castrocomunismo cubano, ya que a pesar de tiene un rechazo de casi el 90 por ciento de la población, persiste en mantener el modelo demoledor político-económico que nos ha sumido en la más cruel crisis jamás vista en la historia republicana.
En esta Toma de Caracas, que aspiramos sea una de las marchas más importantes contra el régimen, le vamos a decir a Maduro que está condenando a muerte a miles y miles de personas a consecuencia de la falta de alimentos y medicinas, además de desatar un “apartheid” político-social criminal, porque al establecer los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, éstos grupos identificados plenamente con el régimen y fichas del Partido Socialista Unido de Venezuela, tienen como objetivo suministrar las bolsas de comida solamente a quienes han sido doblegados por la necesidad en este momento tan crítico para el país.
Desconoce el régimen chavista-madurista-castrocomunista la crisis humanitaria, de la cual teníamos conocimiento que se daba en África del norte, donde el hambre ha sembrado la muerte, pero por razones de la naturaleza que niega el agua y es mezquina con la producción agropecuaria.
Esta marcha prevista para el primer día de septiembre constituirá motivo de esperanza para la población que anhela un cambio político, que debe ser un eficaz producto democrático y, por supuesto, en un clima de paz, con un criterio muy amplio en materia de unidad nacional, que tiene su raíz en los años 60 cuando se instituyó el Pacto de Punto
Fijo con el firme propósito de hacer de Venezuela un país distinto al que rigieron las dictaduras.
Esa Toma de Caracas busca lograr el referéndum revocatorio del mandato de Maduro, para restablecer la democracia en Venezuela.