El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, promete perseguir negocios vinculados con un clérigo musulmán asentado en Estados Unidos al que acusa de estar detrás de un fallido intento de golpe de Estado en el país el pasado 15 de julio.
El gobierno de Turquía describe al movimiento de Fethullah Gulen, que vive en un exilio autoimpuesto en Pennsylvania, como una organización terrorista.
En un discurso ante presidentes de cámaras de comercio en Ankara, Erdogan dijo que el ejecutivo está “determinado a cortar totalmente los vínculos empresariales de esta organización, que tiene las manos manchadas de sangre”.
“Cada céntimo” que va al movimiento de Gulen, agregó, “es una bala esperando a ser disparada contra esta nación. Del mismo modo que no perdonamos a los que disparan la bala, no perdonaremos a aquellos que financiaron la bala”.