Armando Álvarez Ramírez, de 58 años de edad, estaba recluído en Uribana desde hace nueve meses, luego de ser privado de su libertad por el Comando Antiextorsión y Secuestro (Conas), tras la denuncia de dos madres, por supuestos actos de corrupción.
Estaba a la espera de su audiencia preliminar, mientras permanecía en los calabozos del Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana.
Un allegado a la familia quien no quiso identificarse, relató que pasado viernes después de haber ingerido algunos alimentos Ramírez fue sacado a la emergencia del Hospital Pastor Antonio María Pineda, porque estaba evacuando con sangre, fue chequeado y devuelto al penal.
Un custodio reveló que la atención no fue la adecuada porque no había insumos en el centro asistencial.
El día sábado la hemorragia era en mayor cantidad y fue sacado, pero falleció en el centro asistencial.
Una vez que estaba en la morgue se le observaron unos golpes en su cabeza, y denuncias de los internos indican que últimas veces han estado recibiendo maltratos y según Ramírez cayó en esa lista. Se indicó que tenía fractura de cráneo, pero ni su familia, ni los que eran sus abogados defensores tuvieron acceso al resultado de la autopsia, supuestamente por orden de la Fiscal que lleva su caso, quien cerró el expediente.
Aunque la orden de entrega indica que su causa de muerte fue: shock hipovolémico, hemorragia digestiva traumática, TRM abdominal cerrado y necrosis isquémica de vísceras huecas. Causas que los familiares esperan sean aclaradas más adelante porque hasta ahora no entienden, aunque mantienen que se trata de un homicidio.