Hacía casi un mes que los 6.453 trabajadores que dependen del Ministerio de Salud en el estado Lara no percibían ni un bolívar de su salario. Tan rápido como les llegó la última quincena del mes de junio, se les fue. Tras 10 días de retraso en el pago, estos hacían magia para subsistir sin faltar a su compromiso con la ciudadanía.
La mañana de ayer estuvo marcada por a una serie de protestas en las que enfermeras, doctores, obreros y personal administrativo de distintos centros asistenciales abandonaron momentáneamente sus puestos de trabajo, por tercer día consecutivo, para tomar la calle y exigir lo que por derecho les corresponde.
En la mayoría de los hospitales y ambulatorios de Lara, solamente estuvo en funcionamiento emergencia y hospitalización, pues los empleados afirmaban que hasta que en sus cuentas reposara el dinero por el cual han trabajado, se mantendrían de “brazos caídos” y en asamblea permanente.
Quienes no se mantenían dentro de los recintos, alzaban la voz a las afueras. Por lo que desde las 9:00 a.m. se reportaron manifestaciones en varios puntos de la entidad.
Error de trámite retrasó el pago
Una de ellas tuvo lugar en la intersección de la avenida Venezuela con avenida Vargas en donde confluyeron alrededor de 200 trabajadores del Hospital Antonio María Pineda, del Hospital Pediátrico y del ambulatorio La Carucieña, para trancar el paso vehicular al hacer una cadena humana que duró dos horas.
Allí, el presidente del Sindicato Unitario Profesional de los Trabajadores de la Salud en la región (Suitraps – Lara), Hermes Cordero, calificó de irresponsable a las autoridades regionales, pues aseguró que todo el problema se presentó por irregularidades en la maqueta con montos y gastos que debe enviar la Dirección de Salud a la tesorería del ministerio y la Oficina Nacional de Presupuesto, para la aprobación de los recursos.
“Los primeros cinco días de cada mes deben mandar los requisitos, pero aquí lo hacen a destiempo, los remiten a los 8 o 10 días después (…) Con esta pesadilla estamos desde el mes de marzo”, dijo.
Pedían para comida y el pasaje
El estar tanto tiempo sin percibir algún tipo de ingreso obligó a los trabajadores del Gómez López a pedir auxilio a la colectividad larense. Parte de los 638 empleados que allí se veían afectados, trancaron un tramo de la calle 13 y con potes en mano, pedían colaboración a quienes por allí pasaban.
“Con lo que recogimos ayer (miércoles) pudimos comprar cambures y pagar algunos pasajes”, comentó Dixcia Fernández, representante sindical.
En Cabudare y el oeste de brazos caídos
Al mismo tiempo, en el ambulatorio Daniel Camejo Acosta del oeste, los trabajadores se postraron en la entrada de la institución para proferir consignas y mostrar pancartas para dar a conocer su situación.
“No es posible que el personal que hace vida en la misión Barrio Adentro y en los CDI hayan cobrado y nosotros no. Dónde está Carmen Meléndez que se la pasa diciendo que dota los hospitales”, declaró Francis Pérez, una de las 200 empleadas del instituto que se veían afectadas.
Mientras tanto, en el ambulatorio Don Felipe Ponte de Cabudare, parte del personal permaneció en sillas en la entrada y con pancartas en las paredes daban a entender a los palavecinenses lo suscitado.
“En este momento de crisis económica una quincena para nosotros es más que imprescindible (…) Nos ha mentido desde loro hasta el perro”, aseveró el doctor Ramón Marcano.
También en la redoma de la avenida Vargas, diagonal a la Dirección de Salud, un grupo de enfermeras protestó, no solo para exigir la cancelación del sueldo, sino también de otras deudas que mantiene el ministerio.