Un juguete significa para los niños el primer contacto con el mundo exterior, además de un elemento que les permite distraerse, compartir sanamente y también aprender. De este último aspecto, sabe bastante el merideño que conocerán en este artículo y que según su hija menor se ha convertido en un “ingeniero juguetero”, aventurándose en lo más interesante del saber con creatividad e imaginación
De pequeño tuvo el privilegio de conocer lo maravilloso de trabajar con madera a raíz de un campamento scout fuera del país. Al crecer, descubre que la ingeniería es su pasión y además de especializarse en ella y ejercerla, concibe con la educación un canal perfecto para compartir sus conocimientos. Su nombre es Humberto Barazarte Fuentes, un amante de la innovación nacido en Mérida pero residenciado en Barquisimeto, que actualmente le da vida a “Juguetes Inteligentes”, idea creada con el propósito de enseñar, explorando el maravilloso mundo de la ciencia..
Basado en principios y modelos de física, matemática y mecánica, este emprendedor junto a su gran amigo Cesar Alfaro, elabora juguetes de madera ideales para niños y para todos aquellos adultos aficionados, que deseen desestresarse moviendo, presionando, armando o desarmando; incluso resulta ideal como terapia ocupacional para personas mayores.
En el caso particular de los menores, estos visionarios les ofrecen diversos productos que cumplen alguna función en particular para favorecer entre otras cosas: el proceso de aprendizaje, los conocimiento espaciales y la percepción del mundo, por lo que cada propuesta viene acompañada de un manual
básico donde se explica lo que persigue el juguete y cuál es el principio técnico que se utilizó para fabricarlo, bien sea por ejemplo, una palanca o un sistema de equilibrio.
Para todas las edades
Partiendo de las leyes naturales la propuesta de Humberto y Cesar busca estimular el interés por habilidades y fenómenos así como la capacidad inventiva de todo ser humano, que según ellos mismos, está escondida en los más profundo del ser.
Sus “obras de ingeniería” se agrupan en diversas líneas, teniendo: juguetes tradicionales, didácticos y mecánicos, que permiten el desarrollo cognitivo, funcional y motriz.
Destaca por ejemplo un autómata o elemento mecánico que permite simular movimientos, tareas o actividades en particular. Este juguete por cierto ha resultado un gran éxito en países europeos, y llega a Venezuela y específicamente al estado Lara, gracias a la capacidad inventiva de Humberto y de su compañero.
Por otro lado, el material más importante para concebir cada una de las ideas es la madera, sin embargo, utilizan ligas, cordones y diversos tipos de pinturas, siendo un trabajo semi-artesanal pero muy trabajado, que genera grandes satisfacciones. “Es hacer juguetes a consciencia, entendiendo sus principios y el bienestar o el aporte que va a dejar en quien lo adquiera”, agrega Humberto.
Finalmente entre los piensos de este merideño de corazón barquisimetano que como el mismo lo comenta “cambio una bicicleta y un balón por un torno, una cuchilla y una máquina de cortar”, se encuentra el llevar el diseño y la fabricación de estas maravillas a la educación en cualquier área, partiendo de seguir soñando… ¡como buen juguetero!
Los retos de la ingeniería, en un mundo cambiante…
Según el investigador y empresario, el modelo educativo actual debe reinventarse, dirigiéndose hacia un sistema de enseñanza-aprendizaje mucho más sencillo, cercano y práctico, en el cual se explique “cómo crear” más que “cómo usar”.
Especialmente los ingenieros deben ir más allá de lo que aprenden en el aula de clases, experimentando de cerca procesos y fenómenos que le permitan desarrollar la creatividad y el espíritu emprendedor, combinando habilidad con pasión, entrega y muchas ganas.