Las malas políticas implementadas por el Gobierno nacional han destruido la cañicultura en todo el país, y de paso llevado a la ruina a los productores de caña de azúcar, en especial a los más pequeños, que sólo dependen de sus siembras para subsistir.
Es el lamento de Ambrosio Vegas, un pequeño cañicultor del municipio Morán, a quien la azucarera Pío Tamayo aún le debe lo que le corresponde por la caña “arrimada” hace más de dos años.
“Nosotros dependemos de lo que sembramos, pero si no nos pagan no podemos contratar corteros y tampoco podemos pagar los créditos que nos den”, expresó.
Dijo que por no haber podido cortarlas a tiempo se le perdieron 28 tareas (cortes) en el campo, unas 200 toneladas de materia prima. cuando, de haberlas llevado al central de El Tocuyo, podrían haber generado unas cuantas toneladas del azúcar que falta en el país.
Ambrosio Vegas, quien se considera cañicultor desde la mayor parte de sus 73 años de vida, estima que en la vieja factoría tocuyana, que hasta hace algún tiempo era rentable, ha faltado gente conocedora del tema que la dirija.
“Parece que ahí no ha habido gente responsable para ponerlo a caminar y nosotros los agricultores somos los que sufrimos las consecuencias”, afirma.
Lo justifica explicando que los trabajadores dedicados a ese rubro deben esperar un año para suministrar al central la caña y si no les pagan a tiempo quedan en la ruina, sin siquiera tener siquiera para mantener a sus familias.
Hace un llamado a quien le competa, en este caso a CVA-Azúcar, para que preste mayor atención a los pequeños productores, con créditos a largo plazo, condicionados sus pagos a cuando lo hagan los centrales pues, de lo contrario, no sólo los pequeños sino también los grandes, tendrán que dejar a un lado ese rubro para dedicarse a otros, maíz, o pasto, que ya lo hicieron muchos.
Y como lo hace con frecuencia, Ambrosio acudió esta semana a la sede de Socadol en busca de alguna información positiva que le ofreciera el ingeniero Edgar Contreras, su directivo principal, que le incentive a seguir sembrando caña en su predio de El Cerrito, en las afueras de El Tocuyo.