Piden todo, no nos piden a los doctores porque es lo único que hay”, aseguraron las madres de los niños que permanecen hospitalizados en el Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubillaga (Hupaz).
En la sala de espera del segundo piso se visualizan dos carteles con una amplia lista de aquellos materiales quirúrgicos y medicamentos con los que no se cuenta en el centro de salud.
Esto provoca por supuesto, que sean los padres de los pequeños que están hospitalizados, quienes se hagan cargo de la compra de los insumos que les soliciten, además de los estudios y demás exámenes que se ameriten.
Un promedio de 10 mil bolívares es el gasto diario que tienen los padres que esperan la recuperación del menor; cifra que se incrementa si se necesita del traslado en ambulancia o un estudio que tenga un alto precio.
Cosas que parecen tan sencillas como guantes e inyectadoras, forman parte de los materiales que cada día los representantes deben buscar para dotarlos al personal del hospital pediátrico para que estos puedan laborar.
Difícil es la situación de quienes permanecen bajo el cuidado de los niños y que además se ven en la necesidad de gastar una gran cantidad de dinero para que pueda ser atendido siquiera a medias.
El personal también sufre
Los aseadores que hacen vida en el pediátrico permanecieron laborando, sus condiciones no son las óptimas y la frase que más se adecúa a su cotidianidad es: “trabajamos con las uñas”.
Igual que el resto del personal, estos no cuentan con los recursos necesarios para prestar el servicio de manera ideal en el cual, tanto el paciente, como los laboristas se sientan un tanto cómodos en cuanto a la higiene.
Sin bolsas deben recoger los desperdicios quirúrgicos y esto se evidencia en los contenedores a las afueras del recinto, en los cuales se visualizan batas y guantes con sangre, sondas e incluso medicamentos que son botados inadecuadamente, debido a que los mismos, al contener desechos de tal índole deberían ser incinerados.
Otro grave problema es el hecho de que hasta la fecha, los empleados dependientes del ministerio no han recibido el pago de la quincena que hace ya varios días debió ser depositada, dejando en estado de miseria a gran parte del personal que hace vida en la institución de salud.