David Julio Boscán Árraga es un barquisimetano que por motivos de trabajo se encontraba en Estambul, Turquía, desde hacía una semana y le sorprendió el golpe fallido contra el presidente Erdogán.
Telefónicamente relató lo que vivió entre el viernes y el sábado.
“Estaba con unos compañeros en una fuente de soda, en la zona del Bósforo, donde un puente divide la ciudad entre Europa y Asia, y nos llamó la atención, como a las 10:00 de la noche, que la gente que venía del otro lado lo hacía muy apresurada.
Igualmente, quienes estaban en la plaza Taksín hablaban por los celulares y se mostraban preocupados, pero no se veía señal alguna de alzamiento ni nada extraño.
Luego comenzaron los rumores de que algo estaba pasando y nos recomendaron irnos al hotel, pero fue difícil porque todos los taxis pasaban ocupados.
Como a las 12:00 de la medianoche, estando en la habitación del hotel, se escuchó una explosión, al parecer producida por un avión que pasó muy bajo.
A esa hora la televisión ya estaba informando sobre el intento de golpe, aunque todo era muy confuso porque mientras los militares decían que habían asumido el poder, de parte del Gobierno afirmaban lo contrario.
Luego, en la madrugada, comenzaron a escucharse disparos en el Bósforo, donde habíamos estado y pude ver a la gente que se tiraba en el suelo para protegerse de las balas.
Bajé a la entrada del hotel para averiguar lo que pasaba pero había mucha desinformación. Se veían grupos de personas en la calle, algunas cubiertas con la bandera roja, como celebrando, al lado de policías, algunos disparando al aire.
Se escuchaban explosiones y el ruido de los tanques, pero ya la televisión no decía nada, hasta que el Presidente se dirigió a la nación a través de un celular, llamando a la población a salir a las calles a rechazar el golpe.
Pero no había prohibición de salir del hotel, aunque, por precaución, era mejor no hacerlo, hasta el amanecer, cuando salí hacia el aeropuerto para viajar a Holanda y en las avenidas se veían tanques abandonados, así como turcos celebrando, junto a policías, el fracaso del golpe, pero no pude viajar porque todos los vuelos estaban cancelados.
Dice que en el aeropuerto todo era confusión, lo que persistía hasta la noche del sábado y mucha gente, imposibilitada para salir en avión, lo hacían por tierra hacia los países vecinos.
Luego pudimos ver imágenes de soldados con las manos en la nuca, que eran llevados detenidos, algunos sin uniformes pues se los habían quitado para huir mezclándose con los manifestantes.
-¿Qué parecido tuvo eso con Venezuela?
A mí -responde- me hizo recordare “El Carmonazo” o Puente Llaguno, cuando el presidente Chávez llamó a la gente a manifestar su apoyo en las calles.
-¿Antes del viernes, cual era el ambiente?
Normal, no había indicios de lo que iba a pasar, a pesar de que se sabía que los militares estaban inconformes con Erdogán por algunas medidas que había tomado.
Para Boscán, fueron horas de mucha tensión las que pasó en la antigua Constantinopla, que considera una hermosa ciudad.
