La Asamblea Nacional anuló la designación de jueces al Tribunal Supremo de Justicia. El parlamento declaró írrito el nombramiento de los 13 jueces principales y 21 suplentes del TSJ. Además de invalidarlos, decidió la nulidad absoluta de los actos y sentencias de la actual directiva del órgano judicial. Asimismo, llamó a un proceso de postulaciones para designar cuanto antes una nueva corte.
Al respecto, el analista político Carlos Raúl Hernández, sostiene que la Asamblea Nacional está actuando dentro de una lógica política completamente comprensible.
“El gobierno está terriblemente debilitado en estos momentos y luego de unos meses, el parlamento aprovecha la oportunidad para asestarle un duro golpe al régimen. Esto avizora una hostilidad mayor entre el Congreso y el Poder Ejecutivo”, apuntó el director de Barómetro Político.
-¿Cuáles pudieran ser las consecuencias de esta decisión?
-Se profundizarán las escaramuzas entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo. Esto contribuirá para que se acentúe la crisis política, a menos que el Gobierno asuma su debilitamiento y se entregue, consecuencia que me parece muy lejana.
-¿Por qué la AN toma esta medida en este momento?
-Imagino que los líderes de la oposición evaluaron que había que esperar un momento de mayor debilitamiento del Gobierno. El régimen hasta ahora permaneció a la ofensiva, en contra de la AN; el parlamento estaba asimilando los golpes. En este round pasó a la ofensiva. Ojalá logre su cometido. Declarar nula la elección de los magistrados de la Corte producirá una confrontación entre los Poderes.
Caos
Por su parte, el politólogo Yosbert Vásquez, coincide con Hernández. Señaló que la medida del parlamento es la mayor muestra de lucha de poderes entre el Legislativo y el Ejecutivo.
-Si bien la Asamblea Nacional tiene la potestad de destituir a funcionarios, es una acción precedida por un interés político. Además, esta acción resulta muy interesante a propósito de los lapsos jurídicos y legales porque finalizando el año tiene que renovarse, nombrarse o ratificarse los cargos de altos funcionarios del sistema jurídico.
Para Vásquez está acción no mitiga el caos institucional que experimenta el país.
-El TSJ tiene gran corresponsabilidad con la situación actual. No ha aclarado algunas situaciones políticas, económicas e institucionales, incluso, internacionales.
Reiteró que deslegitimar a algunos funcionarios sólo incrementará el caos que vive Venezuela; acentuará los conflictos.
El politólogo considera que la agenda política debe tener dos enfoques: los temas urgentes y los temas importantes.
“El tema de los magistrados no es importante porque en términos de efectividad no genera ningún resultado positivo. El histórico me deja predecir que al menos durante 15 días observaremos una lucha de poder entre quienes respaldan al TSJ y la Mesa de la Unidad Democrática, la cual llamará a concentraciones, marchas y movilizaciones. Entonces, qué pasará con la respuesta al referendo revocatorio, por ejemplo, donde el TSJ tiene una gran responsabilidad”.
Según el especialista con la medida se diluyen los temas importantes. Es una decisión que incrementa la ingobernabilidad, la cual es bastante alta.
-¿Por cree qué se toma esa medida ahora?
-Es una decisión a destiempo. Si la AN quiere destituir a estos magistrados entonces hágalo el próximo año, cuando vemos que quieren hacer el referendo revocatorio. Jueguen estratégicamente con el tiempo porque el hoy no obedece a algún tipo de interés que pueda neutralizar a las fuerzas del PSUV. Por el contrario, se genera más caos.
-¿Cómo pudiera capitalizar la MUD el desenfoque del Gobierno?
-Es vital una comunicación política efectiva. La MUD ha manejado con una efectividad mediana el marketing relacional. Algunas veces la gente no comprende claramente lo qué ocurre porque los factores democráticos no interactúan efectivamente con el pueblo. En tiempos de crisis el PSUV no logra articular su mensaje político, tiene muchos desaciertos. Una recomendación a la disidencia es mayor relación con sus interlocutores.