Ante el desesperanzador escenario de crisis que se vive en el país, es necesario que los venezolanos den un repaso a la historia para que así puedan darse cuenta de lo imprescindible que resulta avocarse a buscar soluciones para reconstruir el país y superar los momentos de dificultad.
Así lo considera el elocuente padre Luis Ugalde, exrector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), quien conmemoró el cumplimiento de los 100 años de la llegada de los jesuitas a Venezuela con un conversatorio en la Sala Alternativa de EL IMPULSO, en el que deslumbró a los asistentes con pinceladas históricas acerca de los aportes jesuitas a Venezuela, haciendo comparaciones de las realidades de la época con las actuales.
“En lugar de pensar en hacer algo luego que se aclare el panorama, ahora es cuando hay que insistir en el país y responder a nuestra nación”, dijo durante la disertación que realizó bajo la premisa de “100 años sembrando esperanza”.
Durante su intervención, hizo un símil entre las vicisitudes de hoy y los episodios difíciles que vivió la Iglesia antes de la llegada de la Compañía de Jesús a suelo patrio, entre ellos, la expulsión de los obispos por orden del presidente Antonio Guzmán Blanco, la discriminación de los colegios católicos y la supresión de los seminarios en los que se formaban los padres.
Así como los ataques por parte de personajes como Jóvito Villalba y dirigentes de los partidos políticos de izquierda, quienes colocaron en tela de juicio la deportación de la orden religiosa a partir de 1936.
“Debemos tomar lecciones de la historia. En varias etapas se dio el debate acerca de desterrar a los jesuitas del país, pero en vez de preocuparnos en hacer las maletas porque nos iban a sacar, nosotros estábamos pensando en llevar a cabo la siguiente iniciativa y fue así, como en 1953, surgieron la Ucab y el Colegio Javier ,este último en Barquisimeto”, relató.
Por ello, llamó a la reflexión a quienes se pierden en el desaliento. “No pensemos que estamos en el fin del mundo con la crisis actual porque hay experiencias que han logrado salir adelante. La necesidad es la que genera creatividad y abundancia”.
La educación venezolana tiene que renacer
Una de las significativas presencias a nivel nacional de la Compañía de Jesús ha sido en el ámbito educativo. La instauración de media docena de universidades católicas y decenas de colegios en todo el país así lo confirman; como también lo hace el éxito del programa de escuelas populares Fe y Alegría, el cual se replica en 20 países de América Latina y cuatro de África.
Sin embargo, en la actualidad el sistema educativo en todos sus niveles se encuentra atravesando una “desastrosa” situación, reflejada en la disminución de la calidad de de enseñanza, deserción escolar y entre otros tantos problemas.
“La educación tiene que renacer tanto en la calidad como en todo aspecto. Se tiene que reducir lo que se invierte en las Fuerzas Armadas e invertirse en educación”, vociferó.
Para ello debe entenderse, a su juicio, que la educación no es solo responsabilidad del Estado ni únicamente de la familia como falsamente se concibe, sino de la “tríada de solidaridad” conformada por la familia, la sociedad y el Estado.
“Debe existir la pluralidad en la formación, todo lo contrario a lo que se ha intentado imponer actualmente. En Cuba no hay escuelas ajenas al gobierno comunista y sabemos que ese ha sido un modelo mundialmente fracasado”, expuso.
El tema de la educación en valores es un tema providencial para el rescate de la educación.
“En un momento en el que se roba y se mata como se está haciendo, alguien tiene que enseñar amar a Dios y al prójimo. Pero no puede haber una buena educación si no hay buenos educadores, es el bien que más necesitamos”.
Finalmente aseveró que la educación debe ser impartida con el fin de formar productores y no ciudadanos con mentalidad rentista.
