Tim Duncan pasó casi dos décadas como el jugador sigiloso al centro de la franquicia de los Spurs de San Antonio, echándose el equipo a los hombros y llevándolo a alturas nunca antes vistas en el deporte estadounidense de la era moderna.
Con Duncan como el elemento focal, los Spurs ganaron cinco campeonatos, avanzaron a los playoffs en sus 19 temporadas y se consolidaron como la historia de éxito más duradera de su generación.
Y ahora, el astro veterano y reacio ha puesto fin a su carrera. Duncan anunció el lunes su retiro, marcando el fin de una era de los Spurs y la NBA.
Proveniente de la Universidad Wake Forest, Duncan fue la primera selección general del draft en 1997 e hizo equipo con el entrenador Gregg Popovich, el base francés Tony Parker y el armador argentino Emanuel Ginóbili para convertir a los Spurs de una sólida franquicia que nunca podía dar el gran paso a una de las superpotencias de la liga.
El modesto Duncan ganó dos premios al Jugador Más Valioso de la liga y es uno de apenas cuatro jugadores en ser nombrados al menos tres veces el Jugador Más Valioso en una final de NBA. Participó en 15 Juego de Estrellas y en 10 ocasiones fue considerado miembro del Equipo Ideal de la NBA. Sólo él y otros dos estrellas —Kareem Abdul-Jabbar y Robert Parrish— han ganado al menos 1.000 partidos en su carrera en la liga. Ocupa el quinto lugar en la lista de la NBA de todos los tiempos en bloqueos, sexto en rebotes y 14to en puntos anotados.
Duncan, de 40 años, nunca fue una de esas llamativas adquisiciones ni alguien que acaparaba las conferencias de prensa, razones por las que fue frecuentemente eclipsado ante la mirada del público por personalidades más atractivas como Kobe Bryant, de los Lakers de Los Angeles, o LeBron James, de los Cavaliers de Cleveland. Pero deja el juego como uno de los verdaderos gigantes de la liga, el mejor en su posición y alguien que deja una imborrable huella en la franquicia.
«Para nosotros como jugadores, simplemente disfrutamos y nos valoramos unos a los otros», declaró Bryant durante la más reciente campaña. «No se trata de quién es mejor o quién es más grande. Uno sólo acepta las carreras que tuvo enfrente. Yo agradezco su carrera, y viceversa».
El anuncio se da dos meses después que los Spurs fueron derrotados por el Thunder de Oklahoma City en las semifinales de la Conferencia del Oeste, una eliminación en seis juegos que de inmediato causó que los aficionados se preguntaran —de nuevo— si esta era la última actuación de Duncan.
Y al igual que todo lo que hizo en su carrera —además de ganar_, Duncan se retira en silencio, a través de un comunicado del equipo. No habrá una vuelta de la victoria de su parte y ninguna gira del adiós como la que tuvo Bryant esta temporada.
La última vez que habló con los reporteros fue el 12 de mayo, cuando los Spurs acababan de ser eliminados por el Thunder en el sexto encuentro de las semifinales de conferencia. Después de haber lucido inefectivo durante la mayor parte de la serie, Duncan anotó 19 puntos e hizo equipo con otro veterano de 40 años, Andre Miller, para acortar a nueve una desventaja de 26 puntos en el cuarto periodo antes que Russell Westbrook y Kevin Durant aseguraran la serie.
Hubo indicios en ese partido sobre los planes de Duncan. Siempre había dicho que se retiraría cuando sintiera que ya no era capaz de generar un impacto importante en el deporte, y durante la mayor parte de la serie un grupo más joven de jugadores del Thunder se abrió paso ante él y los Spurs bajo el aro.
«Timmy nunca ha sido un individuo muy expresivo o emocional en la cancha», afirmó Popovich durante la temporada. «Todos lo hacen de manera diferente».
Y Duncan sin duda era inimitable.