Por más que el técnico Fernando Santos sostenga que Portugal no juega por un Balón de Oro en la Eurocopa, la realidad es que una victoria lusa en la final del domingo podría acercar a Cristiano Ronaldo a su cuarto premio al mejor jugador de la temporada y dejarlo nuevamente a uno de Lionel Messi.
La segunda final de Portugal en un gran torneo también será la segunda de Cristiano con la selección, y la cita en el Stade de France se presenta -a sus 31 años de edad- como quizás la última oportunidad que tiene el delantero para conquistar su primer título con la selección.
Con una voluminosa colección de trofeos a nivel de club, y un sinfín de récords individuales, levantar una copa con la selección cerraría el círculo de su carrera.
También se le adelantaría a Messi, quien tiene como deuda atrapar un título con la selección mayor de Argentina.
El contraste entre las dos máximas figuras del fútbol mundial no pasa inadvertido: mientras Cristiano se prepara para una final, Messi vive un momento aciago, propiciado tras caer en una final por tercer año seguido. El astro argentino renunció a la selección tras mandar a las nubes su remate en otra tanda de penales ante Chile en la Copa América Centenario, y esta semana recibió una condena de 21 meses de cárcel en suspenso por fraude fiscal en España.
Se puede argumentar que Cristiano ya hizo los deberes para obtener el Balón de Oro, luego de haber metido a Portugal en la final de la Euro 2016 y su consagración en la última Liga de Campeones con el Real Madrid.
Pero ahora lo que más ansía es el esquivo título con la selección, como lo subrayó su técnico en la antesala de las semifinales.
Cristiano tenía 19 años cuando en casa disputó su primera Eurocopa y anotó dos goles, incluyendo uno para vencer a Holanda en las semifinales. Pero Portugal cayó 1-0 ante Grecia en la final, y el entonces jugador que era promesa acabó llorando en la cancha del Estadio Da Luz de Lisboa. Pasaron 12 años para que su selección esté de vuelta en un partido por el título.
“Espero que sea un sonrisa o que derramemos lágrimas de alegría al final”, dijo Cristiano. “Mi sueño siempre ha sido ganar un título con Portugal. El sueño sigue vivo”.
Sus frustraciones se acumularon en otras dos Eurocopas y en tres mundiales. Las cámaras de televisión le captaron cuando balbuceaba “injusticia” tras la semifinal que los lusos perdieron por penales ante España en Donetsk, Ucrania, en la que ni siquiera pudo cobrar el quinto remate que le correspondía en la tanda.
Dentro de una Euro 2016 en la que los claroscuros han marcado su desempeño, Cristiano ha aparecido en momentos propicios para salvar a Portugal.
“He roto tantos récords en el pasado y sigo rompiendo récords con el club y mi país”, señaló. “Es algo natural. Soñar es gratis, así que hay seguir soñando”.