Durante la instalación de la Centésima Sexta Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), el presidente de dicha organización, monseñor Diego Padrón afirmó que Venezuela necesita un cambio tanto en la política económica como en la actitud del gobierno.
“Cuando se vive una situación como la que atraviesa el país lo que queda es acudir al poder que está en el pueblo. Acatar la decisión del pueblo es un imperativo moral, que no se puede ser soslayado por nadie”, indicó.
Asimismo, señaló que en un mundo globalizado no se puede estar alejado de los problemas que manifiestan los ciudadanos. “Los intereses del gobierno no son los intereses del país, de su gente, por ello desde la Iglesia hacemos un llamado para que no se siga deteriorando la vida del venezolano”, aseveró.
En este sentido, refirió que existen mecanismos constitucionales y pacíficos para salir de la crisis. “Hay que corregir errores, permitir un diálogo sincero y garantizar la entrada de medicinas al país”, manifestó al sostener que debe permitirse la realización del referendo revocatorio presidencial.
A juicio del religioso, el diálogo político que propone el gobierno con miembros de la oposición comienza por el reconocimiento de la crisis que atraviesa el país. “Un diálogo político, sin metas precisas, sin frases, ni objetivos es inútil”, acotó tras ofrecer los buenos oficios de la Iglesia Católica para promover una mesa de conversación.
También, el sacerdote destacó que “la democracia en Venezuela está resquebrajada y que las inquietudes de la población son compartidas por muchos organismos nacionales e internacionales”.
Otro punto al que hizo referencia fue la ineficiencia del gobierno para combatir el problema de la inseguridad. “Un gobierno que en 17 años no ha logrado controlar la delincuencia, no está en condiciones de asegurar tranquilidad”, sostuvo.
Cabe señalar que desde este jueves 7 hasta el martes 12 de julio se realizará la Centésima Sexta Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana, en la cual se analizará la delicada situación por la cual atraviesa el país y los representantes de la Iglesia Católica venezolana fijarán posición ante los últimos acontecimientos que han marcado la vida nacional.
Además, tocarán temas religiosos con visitas a parroquias de Caracas con el objeto de acercar la misericordia sacramental a los hermanos más afligidos y necesitados, en el marco del Año de la Misericordia establecido por el Papa Francisco en Roma.