Apoyados en el acompañamiento y guía de un grupo de médicos de la región, pacientes con enfermedades crónicas celebraron un encuentro en el Colegio de Médicos de Lara, donde compartieron sus exigencias y expresaron el deseo de los mismos ciudadanos de acudir hasta instancias pertinentes a fin de pedir se respete su derecho a la vida y a la salud.
Con el apoyo del Movimiento Vinotinto, representado en el abogado Manuel Virgüez, el grupo de pacientes y médicos prepara un recurso de amparo, que será presentado ante las instancias competentes, motivado a la gravedad de la crisis se salud, que disminuye la calidad de vida de los pacientes crónicos.
La carencia de medicamentos y mal estado de equipos médicos en centros de salud, forman parte de las denuncias del grupo.
Vale acotar que este día se sumaron en un mismo espacio pacientes diabéticos, con cáncer, hipertensos, nefrópatas y con enfermedades neurológicas. Todos con un punto coincidente: solicitar un mejor servicio de salud, donde existan garantías de tratamiento para preservar sus vidas.
La experiencia de uno es la experiencias de muchos
José Filardi es un paciente crónico. Desde hace dos años recibe tratamiento como paciente renal, pero la actual crisis de salud lo ha afectado de manera progresiva.
Forma parte de la Unidad de Diálisis de Barquisimeto y desde hace algunos meses no recibe con precisión su tratamiento.
-La falta de medicamentos es muy preocupante… Nosotros necesitamos, por ejemplo, eritropoyetina, y no la encontramos, por lo que no recibimos el tratamiento completo.
Dicha proteína estimula la producción de glóbulos rojos.
En 2015 recibía 16 dosis por mes, pero en el presente año, sólo recibe tres inyecciones en igual período, como parte de un convenio entre el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) y las unidades de diálisis.
A esto sumó el deficitario estado de las máquinas que los dializan y la complejidad de adquirir insumos médicos. Ambas situaciones en juego, hacen que sus tratamientos se vean limitados.
-Anteriormente recibíamos cuatro horas de sesión interdiaria, conectados a las máquinas, pero si no llega el material nos las reducen a dos horas.
Filardi manifestó que en la unidad de diálisis han muerto varios pacientes por esta situación.
“En tres meses han fallecido veinte personas y eso para nosotros es muy preocupante”, manifestó el paciente, quien refirió que la reducción y limitantes de su tratamiento afecta directamente su calidad de vida y esperanzas.
-Los tratamientos y las máquinas nos dan vida y si no los tenemos estamos en riesgo.