“Quietecitos, quietecitos”, le dijeron tres delincuentes armados a Valentín Segundo y Carlos José Giménez Barahona, de 46 y 45 años de edad. Junto a ellos se encontraba un amigo, que en ese momento buscaba el Dodge Dart blanco propiedad de Carlos, con el que trabaja de transporte.
Eran las 5:30 de la mañana de ayer, los hermanos y el compañero estaban parados frente a su residencia en la avenida 13 entre calles 9A y 9B del sector I del barrio La Paz, en la parroquia Juan de Villegas al oeste de la ciudad, cuando los sometieron a punta de pistola.
Uno de los hampones se quedó afuera, otros dos entraron a la casa sentaron a los hermanos en el mueble y al amigo, indicándole que guardarán silencio y que los demás se quedaran tranquilos. Así lo hicieron, mientras los apuntaban con las armas.
En el momento de la irrupción de los delincuentes, en dicho hogar se encontraba acostada la madre de los Giménez Barahona, al igual que una de sus hermanas que está en estado, además dos pequeñas bebés de 4 y 2 años de edad. En otra de las habitaciones estaba un sobrino de ellos de 16 años quien dijo escuchar, pero se hizo el dormido.
“Estaban buscando que llevarse, mis tíos les pidieron que no se metieran con nadie de los que estaban en la casa, porque eran mujeres y niños.
Yo me tape, pero sentí cuando sacaron el televisor. Se llevaron una bombona, un plasma y de pronto sonó algo que se cayó, luego cinco disparos.
Cuando salí mis dos tíos estaban tirados allí llenos de sangre, yo creo que ya habían muerto” comenta el sobrino de las víctimas.
El adolescente también relata que el amigo quien estaba con sus tíos en el momento del hecho comentó que los delincuentes tenían la cara cubierta. Las cosas las estaban cargando y metiendo hacia el carro de Carlos y cuando ya salían con un televisor LCD, Valentín Segundo le dio una patada al delincuente y este soltó el aparato dejándolo caer al piso.
El hampón se molestó sacó su arma de fuego y le disparó en el pecho, Carlos al ver salió a socorrer a su hermano y recibió otro disparo en el costado del lado derecho.
“Les dispararon, les dispararon”, gritaba desesperada dentro del cuarto la hermana de los Giménez Barahona.
Los tres delincuentes se montaron en el vehículo blanco y arrancaron. Una vez que sintieron que no estaban los hampones y que el amigo pedía auxilio salieron a la calle y vieron la trágica escena.
En toda la puerta estaba tirado uno de los cuerpos y a dos metros el otro.
Los hermanos fueron auxiliados y trasladados hasta el ambulatorio del barrio La Paz, pero ingresaron sin signos vitales.
Cicpc indagan
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) acudieron al lugar de los hechos y colectaron dos conchas, una estaba en la acera y otra en plena calle. Al principio se creyó que un solo delincuente había disparado pero aparentemente dos lo hicieron porque se encontraron dos conchas de diversos calibres, una de 9 milímetro y la otra de calibre 380.
Aparentemente los delincuentes ya habían cometido otros robos similares por la zona, algunos manifiestan que es una bandita de residentes de la misma barriada.
Los sabuesos del cuerpo detectivesco ya iniciaron las investigaciones. El móvil del doble homicidio es la resistencia al robo.
Buenos hombres
Sobre los hermanos, todos los residentes de la zona tenían algo bueno que decir, manifestaban que eran unos hombres trabajadores, buenos vecinos, siempre pendiente de colaborar a todos.
Su hermano Joel Giménez, informó que ambos eran latoneros y se ganaban la vida de esa forma, tenían desde hace años su propio taller en la casa.
Eran los dos hermanos mayores de siete que son, eran el pilar y sostén de la familia, ambos residían en su casa materna.
Carlos aparte de ser latonero tenía su carro trabajando con una empresa, para hacer trasportes, no deja hijos. Mientras que Valentín deja huérfano de padre a una muchacha de 24 años de edad y una pequeña de apenas 1 año de nacida. Vecinos y amigos esperan que se haga justicia por este hecho sangriento que le causa un doble dolor a su familia.