El ministro británico de inmigración dice que no puede garantizar la permanencia de los ciudadanos de la Unión Europea en el Reino Unido una vez que se consume la salida británica del bloque.
James Brokenshire dijo en la Cámara de los Comunes que los «ciudadanos de la UE siguen siendo bienvenidos aquí» y que «su derecho de entrar, trabajar, estudiar y vivir en el Reino Unido permanece intacto» después del referendo de la semana pasada.
Pero una garantía de que podrán permanecer una vez que Gran Bretaña negocie su salida de la UE «sería imprudente sin una garantía paralela» de que los ciudadanos británicos puedan seguir viviendo en los países de la Unión Europea.
La ruptura final probablemente tomará varios años. Los políticos opositores exigen que el gobierno disipe la incertidumbre de unos 3 millones de ciudadanos de la UE al garantizarles la permanencia.
La parlamentaria laborista Gisela Stuart dijo el lunes que no se debería utilizarlos como «moneda de cambio» en las negociaciones.