En la búsqueda de jóvenes buena vibra y con grandes ideas, conocimos a un estudiante de arte que ve las calles y lo complejo de sus andanzas desde otra perspectiva. La manera de expresarse es sin duda alguna algo que lo caracteriza, y con la idea de transformar desaciertos bajo la mirada de un colectivo complejo, disfruta cada día de aquello que lo inspira a continuar
“Del grafiti deriva todo mi trabajo plástico, porque cuando me intereso en el grafiti me intereso en la calle”, así lo expresa Solardo Zafra, un barquisimetano de 25 años que se inició en el mundo del arte a raíz de la intervención de la ciudad con esta modalidad de pintura libre, y que con el pasar de los años ha evolucionado, buscando siempre la expresión de lo que siente, vive y percibe.
Es así como ocupando sus días con la serigrafía en franelas, decide estudiar Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), etapa que lo llevó a conocer otras corrientes de arte urbano y que le permitió intervenir objetos como cajetines de semáforos, carteles publicitarios y finalmente, cartones.
Actualmente recorre el centro de la ciudad en patineta, recolectando cajas que servirán para concebir interesantes obras con diferentes códigos, que según cuenta “terminan siendo testimonios de la realidad venezolana”. De allí que rostros de indigentes y de ciudadanos comunes son plasmados sobre el cartón, manifestando diálogo, relación e incluso identidad. “Este material tiene diversas connotaciones y puede hasta vincularse con indigencia, precariedad y reuso de materiales como un llamado a la reflexión”, agrega Solardo.
El proceso de elaboración de cada muestra artística que dura aproximadamente entre 3 y 7 días, inicia con el dibujo de líneas básicas sobre el cartón (copia del rostros que es capturado con una fotografía) considerando por supuesto las zonas de sombras. Seguidamente, las líneas son cortadas y para destacar las diferentes escalas tonales que le darán volumen, se hace un rasgado con incisiones a mayor o menor profundidad. Los detalles se realizan con chimo combinado con agua, utilizado en menor o mayor cantidad dependiendo del efecto que quiera lograrse.
En ocasiones también lija el cartón para crear trama o textura y agrega papel o acrílico blanco. La idea final de cada una de sus propuestas es poder reflejar el entorno que lo rodea, cautivando al espectador a través de las emociones.
Desde el laboratorio…
Con música hip hop y las mayores de las energías, Zafra realiza sus creaciones desde “El Laboratorio”, taller ubicado en su casa y donde surgen las mejores ideas. El apoyo de su familia ha sido fundamental, y su mamá y sobrina son las principales críticas de cada obra, comprendiendo los intereses de este emprendedor cautivado por la ciudad, su gente y los diversos materiales encontrados en la urbe, que como se imaginarán, se convierten en el mayor tesoro de este optimista.
Con respecto al elemento que lo diferencia de otras personas involucradas al área, confiesa que es el hecho de estar conciente del entorno y de la manera en que se hace sentir.
Por otro lado, este larense reconoce lo importante de trabajar a mano, rescatando la esencia de lo más puro para obtener buenos resultados; por lo tanto, además de realizar admirables creaciones, es dueño y empresario de su propia marca de ropa urbana especialmente pensada en los caballeros, ofreciendo franelas y gorras también intervenidas artísticamente. La idea lleva por nombre INK que se traduce en “Inspiración Nacida en la Calle”, y pretende reivindicar el talento guaro con un sello muy origional.
Información: Instagram: Ink.zafra
