Cinco familias perdieron a un ser querido en distintos episodios violentos ocurridos este lunes en Quíbor, municipio Jiménez.
Una mujer entre las víctimas
El primero de los sucesos ocurrió en la comunidad Jacinto Lara, constituida en el año 2000 luego de la tragedia de Vargas.
Para esa fecha, Mireya Hernández Acuña trabajaba en el Instituto Nacional de la Vivienda (Inavi) y tuvo la oportunidad de adquirir una casa, que dieciséis años después, luce el frente de color morado con rejas blancas. Es una zona silenciosa y solitaria.
Mireya, de 53 años, ya estaba jubilada por lo que gran parte de su tiempo lo dedicaba a los oficios del hogar. Vivía con una hermana menor quien trabaja en Barquisimeto y pasa mucho tiempo fuera de casa.
El lunes a las 3:00 de la tarde, cuando la hermana de Mireya regresaba del trabajo, entró a la vivienda y no vio a su hermana, pensó que había salido como lo hacía cada lunes cuando asistía a una reunión de jubilados de Inavi, pero al mirar hacia el baño, la encontró tirada en el suelo en posición fetal.
Cuentan los vecinos que la hermana se enervó y pidió auxilio a un vecino. Ambos entraron al baño y la encontraron maniatada, amordazada y con una bolsa de plástico en la cabeza. El vecino ni siquiera se atrevió a tocarla, ya estaba sin signos vitales.
En la comunidad, nadie se explica lo que le sucedió a la dama, no presentaba heridas visibles por lo que creen que murió asfixiada, nadie escuchó ruidos extraños, las puertas de la vivienda no estaban forzadas, no faltaba ningún objeto de valor y las llaves estaban en su sitio.
Dijeron que Mireya no tenía pareja ni hijos, sino que era dedicada a su hogar, tranquila y poco conversadora. La hermana de la víctima evitó conversar con los representantes de los medios pues estaba muy consternada.
Efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas estuvieron en el sitio desde las 5:00 de la tarde hasta altas horas de la noche, en el lugar recabaron información de interés que pueda dar pistas sobre lo sucedido. Ayer se encontraban interrogando a testigos referenciales del hecho.
Triple crimen en Villa Bicentenaria
Un hecho estremecedor ocurrió a las 7:30 de la noche en la calle 3 de la urbanización Villa Bicentenaria de Quíbor.
Yoander Antonio Jiménez Fernández (21), Alexis Henrique Silva Escalona (21) y Yerfri Alexander Ballesteros Graterol (22) son las víctimas de este triple homicidio. Fueron ejecutados cada uno de un tiro en la cabeza, por un grupo de antisociales que, según los testigos, usaron armas con silenciadores.
Yoander pasó el día en casa con su esposa, un hermano de 14 años de edad, y la hija de la pareja de dos meses de nacida. En la noche, sus amigos Alexis apodado “Meco” y Yerfri fueron a visitarlos.
Compraron unos tostones y entraron a la cocina para echarle limón y adobo, cuando repentinamente escucharon las voces de unos hombres indicándoles que se tiraran al piso.
“Ya va, ¿qué pasa?” preguntó Yoander, sin levantar la mirada, pero los sujetos no perdieron el tiempo y le dispararon en la cabeza, después a Alexis y por último a Yerfri.
El relato lo contó la esposa de Yoander, a quien los sujetos no le hicieron daño, tampoco al adolescente de 14 años ni a la bebé, que para entonces estaba dormida en uno de los cuartos.
Los vecinos aseguran que en la esquina de la calle 3, un carro esperaba a los criminales, presuntamente eran tres.
Alexis murió instantáneamente, pero Yoander y Yerfri aún respiraban, los montaron en un carro hasta el Hospital Baudilio Lara, allá los trasladaron a una ambulancia para llevarlos hacia el Hospital Central Antonio María Pineda en Barquisimeto, pero en el camino murieron.
Yoander tenía dos años en Villa Bicentenaria con su esposa, la mujer lo describió como un muchacho trabajador, dedicado a la albañilería y a velar por sus hijos, dijo que no le conoció enemigos.
Alexis residía en Playa Bonita, una comunidad aledaña al barrio donde ocurrieron los hechos, era vigilante en la Polar de Quíbor. Mientras que de Yerfri, se supo que residía en Villa Bicentenaria y era albañil.
El cuerpo detectivesco está en la fase de investigación, por la manera en que ocurrieron los hechos, apuntan a que se trate de una venganza, manejan datos precisos que aportaron los habitantes de la comunidad pero no han revelado detalles para no entorpecer la investigación.
Este es el tercer triple homicidio del año 2016.
En Primero de Mayo
Dos horas y media después del triple homicidio en Villa Bicentenaria, asesinaron a un joven de 19 años de edad en la calle 10 entre 29 y 30 del barrio Primero de Mayo.
Luis José Flores Yépez, dormía en su residencia, mientras tanto su mamá estaba en el lavadero y su papá en la cocina.
Un grupo de antisociales forzó la cerca de alambre y entró a la vivienda, buscaban objetos de valor, pudieron amedrentar a los padres del joven, pero al entrar a la habitación se encontraron con Luis José, se desconoce si quiso evitar el robo, pero lo cierto es que los sujetos se ensañaron y le dispararon en la cabeza.
Antes de huir, cargaron una bombona de gas, el teléfono fijo y un celular.
Los papás del muchacho quisieron auxiliarlo pero no había nada por hacer, ya estaba muerto. Otros familiares que viven en una casa adyacente dijeron que no se percataron cuando los delincuentes entraron a robar, sino que se alarmaron luego de oír la detonación.
Dulce Flores, hermana de la víctima, dijo que el joven trabajaba en una siembra de cebolla y era de buen comportamiento, descarta que se haya tratado de una venganza porque asegura que su hermano no tenía enemigos.