Cuando las cosas no se dicen tal y como son, aparecen las confusiones y los malentendidos. A veces queremos elogiar a alguien y acabamos diciendo algo que parece ser incluso un insulto.
Todos hemos vivido en más de una ocasión las consecuencias de una mala interpretación o de alguna otra torpeza a la hora de decir las cosas. Por ejemplo, a lo mejor queremos decir a alguien que huele bien y le decimos: «¿Cuánta colonia te echaste hoy?» La expresión es tan deficiente de claridad que nuestro interlocutor puede malinterpretar nuestro mensaje fácilmente y pensar que en realidad no nos gusta el olor de su colonia. Es conveniente que seamos precisos en nuestros mensajes: nos puede evitar más de un problema.
Es importante expresarte claramente tanto en la vida cotidiana, laboral o social. En todo caso cuando decimos algo expresamos una intención, un deseo. Si este propósito o este anhelo lo comunicamos de modo que nuestros interlocutores no lo entienden bien, nuestros objetivos fallarán con frecuencia.
Hay personas que tienen graves problemas comunicativos y que, a la hora de decir las cosas, nunca dejan bien claro lo que quieren expresar. A la larga ven su dificultad en comunicarse con los demás y, si no son capaces de motivarse para cambiar sus estrategias comunicativas, acaban por cerrarse en sí mimos y simplemente, por evitar la comunicación. Por supuesto no es recomendable llegar a estos extremos.
Un buen modo de mejorar tu forma de expresarte es analizar las situaciones en las que te encuentras y los mensajes a los que recurres en diferentes circunstancias.
Una recomendación que te puede ayudar es que después de haber tenido el malentendido toma lápiz y papel y escribe tanto los mensajes que tú has dicho como los de tu interlocutor. Una vez escritos será más fácil analizarlos y encontrar respuestas alternativas a las que hicieron que tu modo de comunicarte no fuera efectivo.
No olvides que si repites este ejercicio con frecuencia, verás cómo mejoras progresivamente a la hora de comunicarte y cómo cada vez sufrirás menos las consecuencias de los malentendidos.