La realidad del país ha llevado a sus ciudadanos a pernoctar en los establecimientos que distribuyen alimentos regulados. Esto no tiene distinción alguna, raza e ideología no tienen barreras, tampoco la edad ni alguna discapacidad física que pueda presentar la persona.
Como una violación continua califican estos últimos al hecho de no ser tomados en cuenta para lograr comprar artículos regulados. Si bien las filas son inmensas, esos grupos humanos con características especiales, se supone deben tener sus puestos “de privilegio”, pero por el contrario, aseguran ser desconocidos al no tomarse en cuenta que se tratan de adultos mayores y ciudadanos que por su condición no se pueden mantener durante horas e incluso días en la intemperie para intentar conseguir algún alimento.
“Estoy aquí desde la 1:00 de la madrugada. Ya llevo aquí casi 12 horas y no he pasado. De esta cola (la de ancianos) solo han ingresado 50 personas”, denunció Gregorio Sánchez.
La cantidad de gente reclamando que sus derechos son violentados era incontable, esto aunado a la desesperación de las personas pidiendo ayuda para que los funcionarios de la GNB permitieran que compraran, eran los ingredientes ideales para un día de caos a las afueras de Garzón.
El descontento era tanto de parte de los adultos mayores que no dudaron en responsabilizar al gobierno de la trágica situación. “Después preguntan que si queremos revocatorio, claro que lo queremos. Con los escuálidos uno comía su arepa con queso, su plato de caraota, su pastica; ahora no tenemos nada”, dijo Flor Cortez.
Por su parte Carmen Bracho, quien es ciega y estaba en la cola desde las dos de la mañana, explicó que ciertamente recibe alimentos provenientes del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), pero que los mismos no alcanzan, además que no la provee de recurso proteico ni otros tantos productos.
Lo que significa que Bracho y tantas otras personas deben seguir asistiendo a las colas, a pesar de sus condiciones, para lograr surtirse medianamente de alimentos que cubran el resto de los días que no compensa la famosa bolsa de comida.