Por segundo día consecutivo los caraqueños se trasladaron masivamente hasta la Junta Regional Electoral (JRE) del Distrito Capital ubicada en Plaza Venezuela, con el único propósito de validar su firma.
En un recorrido realizado por EL IMPULSO, se pudo constatar durante la mañana de este martes, una larga cola que ocupaba cinco o más cuadras, y en la cual los ciudadanos conversaban sobre la grave crisis política, económica y social que actualmente atraviesa nuestro país.
Al igual que el pasado lunes, alrededor de cinco autobuses de 42 puestos cada uno, trasladaban a las personas que quisieran a los otros puntos de validación, ubicados en Macarao, San Agustín, El Junquito y Coche.
Aunque en la urbanización 23 de enero, ubicada en la parroquia Sucre de Catia, fue colocado un punto de validación por parte del CNE, los ciudadanos preferían ir un poco más lejos debido a las amenazas propinadas por algunos colectivos que hacen vida en el referido sector del oeste de la capital.
Pasadas las 11 de la mañana, los traslados fueron paralizados alrededor de una hora, ya que los centros satélites se encontraban abarrotados de personas y sobrepasaban la capacidad de las instalaciones donde se encontraban haciendo la validación.
Nuevamente los jóvenes estudiantes de la universidades Central de Venezuela, Santa María, Católica Andrés Bello, entre otras, fueron los encargados de la logística de las colas y además verificaban de manera previa a las personas para evitar cualquier tipo de inconvenientes al momento de ingresar a la JRE.
Personas que acudieron en horas de la tarde del pasado lunes y no les dio tiempo de validar, ya que la jornada culmina a las 4 de la tarde, decidieron no perder la oportunidad de hacerlo este martes en la mañana, sin embargo, denunciaron una presunta operación «morrocoy» por parte de los funcionarios del ente comicial.
Principal irregularidad
Un caso particular que llamó la atención de todos los medios de comunicación que se encontraban en el lugar, es la situación que atraviesa el señor Alfonso López Porras, quien firmó para activar el primer paso del revocatorio y cuando fue a verificar si había sido autorizado para validar, se encontró excluido del Registro Electoral (RE), por motivo de fallecimiento.
«El día domingo cuando el CNE habilita la página para que cada uno de nosotros podamos verificar si estamos o no, mi sobrina se mete en internet y la sorpresa fue que mi número de cédula de identidad presenta una objeción por lo que no podrá ejercer su derecho al voto y el estatus es el que se designa a una electora o elector ya fallecido. Ustedes lo pueden ver yo estoy aquí denunciando esta situación y espero que el CNE me resuelva porque yo estoy en mi derecho», sentenció.
Relató que luego de conocer esta irregularidad, acudió a la sede del poder electoral en Caracas, con una declaración jurada y fotocopia de su cédula, para ser nuevamente integrado al padrón electoral y hasta los momentos no ha recibido respuesta.
«Espero y aspiro que para el próximo proceso ya me encuentre activo en el REP. Les pido a los periodistas y a todos los ciudadanos para que me ayuden y se haga justicia en esta situación que vulnera mis derechos políticos», sentenció.
Explicó que aunque está inhabilitado para validar, tanto lunes como martes ha colaborando con la movilización de los que si pueden hacerlo.
«Soy habitante del barrio El Limón, ubicado en la carretera Caracas- La Guaira y en estos dos días que lleva el operativo, he movilizado a casi 50 personas para que vengan a colocar su huella. Hasta el día jueves estaré prestando toda mi colaboración y el día viernes tomaré un descanso porque es fecha patria y eso se debe respetar», opinó.
Colaboraremos siempre
Por su parte, Paula Dávila, estudiante de la Universidad Central de Venezuela (UCV), afirmó que validó su firma ya que considera que es un deber ciudadano que todos los autorizados deberían cumplir.
«Ahorita en un país en el cual estamos viviendo mucho desespero, hambre, inseguridad, en una universidad donde día a día nos azota la delincuencia, en un país donde mi familia no puede vivir tranquila, no puede dormir tranquila, sobran las razones para firmar y para validar y por eso lo hice como un deber ciudadano. Además otro factor que me impulsó a validar es que a toda mi familia le invalidaron la firma y entonces decidí venir por ellos y por mí», sentenció.
Explicó que se unió al voluntariado universitario en esta jornada, como una manera de aportar un granito de arena y así lograr el cambio que merecemos todos los venezolanos.
Cerca de la meta
Como un ciudadano más, se acercó hasta el punto de validación más grande de la región capital, el diputado José Simón Calzadilla, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, con el fin de estimular la jornada y que los electores sientan que tienen apoyo por parte de los políticos.
«Este martes los puntos de validación a nivel nacional prácticamente tuvieron el doble y hasta el tripe de personas que hubo este lunes. Es muy probable que para este miércoles estemos muy cerca del 1% en la mayoría de los estados y estamos convencidos que para el día jueves ya tendremos el doble o el triple de lo requerido», resaltó.
Aplaudió la conciencia que tiene el pueblo venezolano y espera que la movilización siga hasta el próximo viernes 24 de junio, fecha en que finaliza el proceso de validación.
Se tiene que ir
Finalmente la señora Omaira Gavidez, quien duró más de cinco horas en cola para validar su firma, aseguró que el presidente de la República, Nicolás Maduro, tiene que retirarse de su cargo para poder rescatar a Venezuela.
«Vine a validar porque el señor Nicolás Maduro se tiene que ir. Vine a validar por la grave situación del país. No es posible que no haya medicinas, no es posible que no haya comida, no es posible que la delincuencia nos esté matando. Este país no sirve y se lo está llevando el diablo. Yo tengo 54 años, hace 20 años yo iba a cualquier supermercado y compraba lo que me daba la gana y de la marca que me diera la gana y ahora todo es una cola, en Mercal uno puede comprar comida cada 21 días y eso no puede seguir, por eso el llamado es a todos los que puedan para que validen su firma y luego se activen para lograr el revocatorio», concluyó.